Por fin empieza a acabar esta etapa del año a la que yo llamo "Etapa de Resistencia al Caos". Cada año tiene dos, aunque la primera siempre es más leve, y coincide con los exámenes de Enero (suave) y los de Mayo-Junio (fuerte) en la facultad. De momento he conseguido llevarlo bien, y llevo 5/5 más el examen del próximo miércoles de Teoría y Práctica del Entrenamiento que llevo bastante bien, a lo que hay que añadir el saco de las tres del primer cuatrimestre los días 20, 22 y 28, pero a esos uno va más relajado (lo que más me jode es que están las tres suspensas con 4.5, 4.5 y 4.57). Lo bueno, es que el mismo miércoles empaco las cosas y me vuelvo del piso de Toletvm.
Por otra parte, después de Talavera he tenido tres semanitas de carga en las que he tenido que hacer malabares para poder entrenar ante los impedimentos de clases, exámenes, trabajos... y para colmo, me cierran la piscina de la universidad por las tardes el día 20 de mayo. Así pasa. Esta última semana he tenido que desordenar todas las cargas previstas: el lunes hice el martes, el martes el jueves, el miércoles el lunes, y el jueves el miércoles, resultado: estar hecho polvo. A eso le sumamos sesiones intensivas en la biblioteca de 3 y 4 horas, con un calor asfixiante (no han puesto el aire acondicionado los ...) y un desorden descomunal en los patrones de sueño (llevo durmiendo cerca de dos semanas alrededor de 5-6 horas diarias sin siesta, los días que más 7-7.30) que hace que lleguen las dos de la mañana y me esté comiendo el techo, independientemente del día de la semana, porque luego, pese a estar agotado, no soy capaz de conciliarlo.
Pero como he dicho, por suerte, todo acaba, incluso eso. Respecto a la última semana, además de lo que he dicho anteriormente, pude hablar con mi amigo Jaime Arroyo, que está listo para presentar su Tesis en septiembre y después marcharse a trabajar a Alemania a un laboratorio de investigación en ARD y me animó, cosa que agradezco bastante.
Por desgracia, el sábado haciendo las transiciones, en las que me noté muy bien, se me reventó una ampolla en la planta del pie que me ha tenido cogeando un par de días y que hizo que ayer no pudiera completar el entrenamiento programado (carrera con cambios fuertes después de bici con series a ritmo medio, y la típica subida a la rotonda del Real de San Vicente con Luis Rincón, que es su segunda casa, de hecho creo que está pensando en mudarse en verano allí, jajaja) por el fuerte dolor que me impedía caminar. Estuve casi toda la tarde con un trozo de Aloe Vera sujeto con un esparadrapo, después otra desinfección con Betadine y esta mañana casi como nuevo.
Esta tarde he tenido muy buenas sensaicones nadando, completando un entrenamiento no demasiado exigente pero sí algo duro, con 6x150 nado con camiseta en AEM, horrible (a 2'07'' o así) y 10x100/10" AEM a ritmo de 1'16'', que me hacen afrontar con confianza la cita del próximo viernes en Madrid, en principio una prueba asequible, pero que se ha ido complicando (como siempre) con la entrada de triatletas de un nivel alto como Reig, Pakiyo, Jariel Naranjo, Ricardo Hdez, Dani Rodríguez, Fidalgo, Gomar, Del Real, Ruano, los "Richards" Moya y Calle, Jordi Pascual, More, Trillo, Salamanca... y un largo etc de triatletas con un nivel medio bastante grande.
No obstante soy optimista, aunque creo que la estrategia por hacer una natación sin reservar un ápice, sufrir en la bici y aguantar e intentar remontar en la carrera a pie. 25 plazas.
¡Hay que apretar el culo, man!
Un saludo.
Por otra parte, después de Talavera he tenido tres semanitas de carga en las que he tenido que hacer malabares para poder entrenar ante los impedimentos de clases, exámenes, trabajos... y para colmo, me cierran la piscina de la universidad por las tardes el día 20 de mayo. Así pasa. Esta última semana he tenido que desordenar todas las cargas previstas: el lunes hice el martes, el martes el jueves, el miércoles el lunes, y el jueves el miércoles, resultado: estar hecho polvo. A eso le sumamos sesiones intensivas en la biblioteca de 3 y 4 horas, con un calor asfixiante (no han puesto el aire acondicionado los ...) y un desorden descomunal en los patrones de sueño (llevo durmiendo cerca de dos semanas alrededor de 5-6 horas diarias sin siesta, los días que más 7-7.30) que hace que lleguen las dos de la mañana y me esté comiendo el techo, independientemente del día de la semana, porque luego, pese a estar agotado, no soy capaz de conciliarlo.
Pero como he dicho, por suerte, todo acaba, incluso eso. Respecto a la última semana, además de lo que he dicho anteriormente, pude hablar con mi amigo Jaime Arroyo, que está listo para presentar su Tesis en septiembre y después marcharse a trabajar a Alemania a un laboratorio de investigación en ARD y me animó, cosa que agradezco bastante.
Por desgracia, el sábado haciendo las transiciones, en las que me noté muy bien, se me reventó una ampolla en la planta del pie que me ha tenido cogeando un par de días y que hizo que ayer no pudiera completar el entrenamiento programado (carrera con cambios fuertes después de bici con series a ritmo medio, y la típica subida a la rotonda del Real de San Vicente con Luis Rincón, que es su segunda casa, de hecho creo que está pensando en mudarse en verano allí, jajaja) por el fuerte dolor que me impedía caminar. Estuve casi toda la tarde con un trozo de Aloe Vera sujeto con un esparadrapo, después otra desinfección con Betadine y esta mañana casi como nuevo.
Esta tarde he tenido muy buenas sensaicones nadando, completando un entrenamiento no demasiado exigente pero sí algo duro, con 6x150 nado con camiseta en AEM, horrible (a 2'07'' o así) y 10x100/10" AEM a ritmo de 1'16'', que me hacen afrontar con confianza la cita del próximo viernes en Madrid, en principio una prueba asequible, pero que se ha ido complicando (como siempre) con la entrada de triatletas de un nivel alto como Reig, Pakiyo, Jariel Naranjo, Ricardo Hdez, Dani Rodríguez, Fidalgo, Gomar, Del Real, Ruano, los "Richards" Moya y Calle, Jordi Pascual, More, Trillo, Salamanca... y un largo etc de triatletas con un nivel medio bastante grande.
No obstante soy optimista, aunque creo que la estrategia por hacer una natación sin reservar un ápice, sufrir en la bici y aguantar e intentar remontar en la carrera a pie. 25 plazas.
¡Hay que apretar el culo, man!
Un saludo.