sábado, 28 de noviembre de 2009

Sencillo pero Complicado

En una infinitud de ocasiones me preguntaré: ¿por qué hago triatlón? Y en la misma infinitud de ocasiones el silencio será la respuesta más adecuada.

A veces siento que no hay respuesta. Simplemente, un día el triatlón se coló en mi vida y ahora no quiere salir, o no le quiero echar yo. Son sucesos extraños. Cosas que suceden porque 'tienen que suceder'. Y no son corrientes, sino 'raras'. O por qué no llamarlas 'diferentes'.

Todo lo que sea diferente a lo común asusta al ser humano le asustará, para bien o para mal. Y con nosotros, los triatletas, no harán una excepción.

Nosotros nos alejamos de lo mundano, buscamos otras metas más allá de lo corpóreo y humano: la superación. Es difícil explicarle a un deportista común porqué te levantas un domingo a las 8 de la mañana para hacer bici a las 9 y no llegar a tu casa hasta la 1 del mediodía. Pero aún es más difícil hacérselo ver a una persona que jamás en la vida ha experimentado cómo es sudor recorre tu rostro. Todos te mirarán con curiosidad, se acercarán y te preguntarán, algunos te elogiarán, pero sea como fuere, sólo te entenderán tus semejantes, tus compañeros de entreno o colegas de otros clubes.

Es muy difícil comprender, pero aún más difícil es saber escuchar, porque nuestras razones muchas veces se restringen a 45 latidos por minuto. A ser uno de los pocos que lleva una vida sana en la sociedad actual. A dar lo mejor de tí mismo en cada carrera. A sonreír cuando las piernas te duelen y Quique te manda 300 metros de patada. A gritar cuando llaneas en solitario y el viento te machaca soplando en contra. A sufrir un sábado por la mañana cuando el vaho sale de tus labios y haces step en un banco. A saber que en una piscina de 25 hay 248 baldosas o 1102 gresites, porque pasas horas a remojo dentro de ella.

Nuestras razones se representan con sueños, que con esfuerzo y sacrificio pasan a ser metas, pasan de ser lo lejano e inimaginable a algo más factible de lo que pensábamos.

Convertir los sueños en metas... esa es nuestra motivación.

domingo, 22 de noviembre de 2009

Forjando Sueños

Cada sueño, cada meta, cada objetivo, te exige un sacrificio, la constancia, el trabajo, saber perseverar, no rendirse nunca, aprender de tus errores, madurar como persona; en definitiva, todo lo anterior exige tener carácter.
Sigue siendo en los momentos flojos y de debilidad donde te planteas si tanto sacrificio es rentable, especialmente si nadas con el agua a 23ºC haciendo 3700 metros y teniendo que salir a hacer movilidad entre cada ejercicio porque te enfrías. Y tu meta es acabar el entreno. Tan sólo tienes una frase en mente: El dolor es temporal, la gloria es para siempre.

Constancia es buscar cada hueco posible para entrenar. Perserverar es dar pedales contra el aire cuando las piernas dicen basta. Sacrificio es madrugar un domingo para entrenar habiendo salido hasta las 4 de la mañana la noche anterior. Trabajo, y bien hecho, es la sensación de victoria con la que acabas cada entrenamiento, porque sabes que estás trabajando en la línea correcta y que sólo es cuestión de tiempo que vengan los buenos resultados.

Y para todo ello hay que sufrir, y no es lo mismo sufrir sólo que sufrir acompañado. Por eso cada entreno en compañía los findes es casi un placer inigualable. Tener un compañero con el que charlar mientras corres o montas en bici, o con quién reirte en los descansos de la piscina, es todo un lujo. Máxime si llevas entrenando solito los otros 4 días de la semana.

Hoy no fue una excepción, salimos a hacer 2h30' de bici Luisrrin, Noru, Ricky, Sara y el que os escribe. Quizás, si algo he de resaltar de estas últimas semanas, es que según dice la gente (amigos, compañeros de carrera y de entreno) es que ''estoy fino''. Aldana me decía que estaba echando una patilla muy fina, Villaescusa que estaba más delgado que hace dos semanas, Luisrrin que estaba más fino que en verano... Ójala sea un buen indicio para el resto de la temporada, y sea ésta en la que definitivamente explote. Será un año duro en sub23, pero el objetivo no es ganar, sino progresar y aumentar el nivel propio cada vez más.

Os dejo un par de fotos de esta mañana, de la parada para el café en el Bar Cantarranas, en Cebolla.

sábado, 7 de noviembre de 2009

Motivación, Personalidad y Entrenamiento

La verdad es que este post está motivado íntegramente a una pregunta que esta tarde me hizo mi entrenador de natación Quique: "¿Qué os motiva a hacer triatlón?".

Inicialmente podría responder lo que publica la nueva campaña publicitaria del Atleti: "Hay razones que la razón no entiende". Pero si debo dar una respuesta lógica, sería ésta: "El afán de superación personal".

Quizás, para muchos que no comprendan el deporte en toda su amplitud, y fundamentalmente esto viene desde los deportes colectivos en los que una victoria se supedita a cualquier ámbito de juego, sea algo irracional. Pero es así. Aún más si te mueves en mi nivel y en el de otro cientos de atletas populares y no de élite, inclusive muchos atletas PRO's de LD, sería fácilmente comprensible. No aspiramos a una victoria, ni siquiera a hacer podio, simplemente a ir arrebatándole segundos al crono, a mejorar tiempos, a sentirte mejor, conocer gente mediante el deporte. Habría mil motivos por cada persona. Pero los míos son fundamentalmente esos.

Quizás la "culpa" de que entienda el deporte así la tenga mi entrenador Pablo Cabeza, el que me enseñó a valorar el deporte más allá de una victoria o una derrota. "Simplemente sal, corre y disfruta recogiendo los frutos de lo que has estado entrenando hasta ahora"- esta fue la frase con la que me deseó suerte en el Cto. de España de Duatlón en Teruel. El objetivo no es ganar, sino disfrutar del y con el deporte. De hecho, creo que él fue uno de los que esculpió mi personalidad, dando, tal y como consideró oportuno Iván Muñoz con Mario Mola, una importancia fundamental al futuro, bien sea midiante los estudios o por el trabajo remunerado.

Por otra parte está la personalidad, está íntegramente relacionada con la motivación. Si no hay motivación, difícilmente podrá salir a relucir la personalidad. Y sin la personalidad, la motivación no sirve de nada. No obstante, el reflejo de ambas siempre se dará en el entrenamiento. Y el entrenamiento debe ser dirigido y enfocado hacia ella, la motivación. Fundamentalmente se debe basar en la variedad, y se debe tener especial cuidado en las edades más tempranas, para, con ello, formar una personalidad que nos ayude en periodos posteriores.

Porque será en esas edades posteriores cuando salga a relucir la personalidad de cada uno. Cuando por diversas circunstancias de la vida tengas que hacer un orden de preferencias en tu vida y tengas que renunciar a algunas para poder hacer otras. Establecer en ese orden el deporte como una preferencia y la fiesta como algo opcional y no una obligación, será lo que defina nuestra calidad como deportistas, más allá del resultado que consigas.

W. Churchill dijo: "El éxito es ir de fracaso en fracaso sin deseperarse". Más allá del fracaso o de la desesperación la clave es la constancia y aquí entra el factor psicológico. Especialmente si tienes la 'suerte' o la desgracia de entrenar sólo. Para bien o para mal, son cosas que te endurecen y te hacen madurar. Es como decidir escaquear metros o no en una sesión de natación, una cosa que jamás entenderé, y más si se hace en grupo. Puede que realmente ahí se vea cuál es el grado de madurez de cada uno, al igual que se puede demostrar si uno se queda en la cama durmiendo (que no dormido) en un día de viento con la bici o de frío corriendo, en lugar de salir a entrenar. Más aún, cuando "entrenar" en esas circunstancias se acerca más al sinónimo de "sufrir" que otra cosa.