jueves, 25 de noviembre de 2010

Stop! Y Reflexión

El sábado pasado me hice un esguince leve en el tobillo derecho que me ha tenido parado 4 días, ahora ya está mejor, morado, eso sí, pero casi sin dolor, aunque con una sensación de rigidez y extrañeza en él que resulta algo incómoda. He estado 4 días parado, con muletas, dando vueltas por casa como un león enjaulado, pero no puedo decir que no haya sido productivo. He podido acabar con tiempo de sobra la Programación Didáctica de Metodología de la Enseñanza, he vuelto a leer a Neruda por las noches e incluso he tenido tiempo para hacer algún guisote bueno para comer, jeje.

Ahora vuelvo a las andadas, a entrenar, aunque tengo las mismas sensaciones que cuando volví a entrenar el año pasado después del esguince (que fue casi por estas mismas fechas). Ayer hice una sesión de natación de 4 km, hoy he salido a correr un poco para comprobar qué tal estaba, lo malo es que se ha hinchado un poco. También he tenido la posibilidad de hacerme con un par de libros algo viejos ("La recuperación de la fatiga en el derportista", 2004 y "La Resistencia desde la óptica de las ciencias aplicadas al entrenamiento deportivo", 2006) relacionados con el entrenamiento a buen precio (9 y 12€).

Y yo sigo con mis peleas con la asignatura de Procesos de Enseñanza-Aprendizaje, cada vez que tengo esas clases salgo deprimido e iracundo, preguntándome por qué he de cursar una materia de algo que no quiero hacer y qué he hecho yo para merecer a una profesora "como esa" (Del Valle, S.), aunque claro, sigue siendo mi opinión, y como insinuar o deducir un pensamiento no es escribir, estoy limpio de pecado. Esta vez, por enésima, volvemos a hacer una tarea mal el 90% de la clase, y seguimos siendo nosotros los que "no trabajamos"...¡ejem! Por suerte siempre vendrán las clases del profesor Mora para que me cambie algo el humor.

Quizás parezca que estoy bastante quemado, ¿será porque lo estoy? Y sigo teniendo la impresión de escuchar la misma verborrea cínica autocentrista cada día mientras caliento la silla sin ser capaz de sacar nada productivo. Entonces es cuando me planteo si quizás me equivoqué de carrera, si debí apuntarme a filosofía para dar clase de ética a y de la ESO. Enseñar a pensar. Ser justo. Distinguir claramente entre el "yo", el "superyo" y el "ello" de Freud. Intentar que se recuperen los valores en los que se basa la LOE y que todo el mundo se pasa por el forro. Y después es cuando se me plantea una pregunta; bastante lógica por otra parte, si consideramos lo que sé sobre algunas conductas de algunos "profesores" de universidad; ¿el fin justifica los medios? Porque si hago balance entre lo que sé y lo que debería saber, está claro que sí. Pero mi moralidad me dice que debo declinar esa opción. Esto me lleva a una encrucijada entre las normas establecidas, el beneficio propio, el deber y el querer. Es curioso. Y pensar que aquéllos que debe instruirme y enseñarme buscan el segundo y el cuarto asusta. Más que nada porque todo se basa en un círculo vicioso de clase, academias y segundos trabajos... un Trust Educativo (y recordemos que según las leyes mercantiles los Trust son ilegales...). Ésta es la situación que tenemos y que será muy difícil cambiar, porque la conclusión que se puede sacar de todo esto es que es imposible triunfar sin pisar cuellos y aplastar cabezas (¿estaríamos atentando entonces contra la ética, y por tanto contra los valores que deseamos transmitir a los alumnos...?). Al final no hay tanta diferencia entre el siglo XXI y el Medievo.

domingo, 14 de noviembre de 2010

Las primeras lluvias de Noviembre

Volvieron las lluvias, los días grises, las tardes oscuras y los entrenos largos. Hoy no me desfogaré criticando lo incambiable, ni me ahogaré en un vaso de agua buscándole el sentido a la burocracia. Hoy simplemente hablaré de los entrenos de la semana.

Es normal que el cansancio se acumule, que la pesadez de piernas se acentúe, y que llegues al fin de semana "cascaete". Pero a todo te acostumbras. Desde empezar en el gimnasio a la pesadez de hombros y brazos, el dolor de piernas y la corrección de defectos de Quique en la piscina. Y la verdad es que cuesta, pero si no, no sería un entrenamiento.

A las dos sesiones de natación y tres de carrera desde el lunes hasta el jueves hay que sumarle 1h48' de bici del viernes (31.1 kmph, 128 ppm), otra sesión de natación sobre algo más de los 3k. Del sábado 2h30' de bici suave, saliendo con uno de los nuevos chicos de la escuela, Jesús Barquín, entre otros (Alberto, Mika y Sergi). Se le ve potencial, le gusta entrenar, es constante, tiene una envergadura considerable y aún está tierno. Y otros 3k de natación, acabando con 5x100/10" progresivos de 1 a 5: el primero tiró Alberto a 1'24'' y luego ya me tocó a mí: 1'20'', 1'19'', 1'17'' y 1'16'', con mejores sensaciones de las esperadas, sin forzar. Por último, hoy domingo 1h de carrera continua bajo la amenaza persistente de lluvia, si bien no nos mojamos, acabando los últimos 15' en R3 a un ritmo de 3'45'' según el Garmin de Mula, con un pulso medio de 142 y un máximo de 162.


Y desde aquí queda mandar todo el ánimo a nuestro presi Susi, al que operan mañana del radio tras ser atropellado cuando iba en moto por una conductora que se dio a la fuga. ¡¡ÁNIMO BOSS!!

martes, 9 de noviembre de 2010

¡Soy Autodidacta!

Tal cual suena (y suena rotundo y chocante), muchos diréis que en qué sentido o aspecto y con qué autoridad me erijo para proclamarme como tal.

Y la respuesta es bastante sencilla: PLAN BOLONIA.

El mayor atentando contra la educación que existe hasta la fecha (para los que pensaban que con la LOGSE la cosa estaba jodida, y con la LOE... no mejorará, creedme, más que nada porque son sistemas educativos en los que se tiene a buscar los errores en el docente o en sistema educativo y no en el desinterés del alumno). Pues bien, no tengo muy claro de quién es exactamente la culpa, si bien del Plan en sí o de la errónea adaptación/aplicación hecha por el MEC.

El caso es que sea como fuere, llegamos a clase y los profesores se limitan a responder dudas y no a explicar, emulando a los juglares en verborrea cínica (sólo que ésta no tiene tintes épicos y caballerescos), intentando entretener a un público exigente pero conformista. El resultado de la insatisfacción no se manifiesta. Callamos como borregos porque los que intentamos razonar con los profesores e intentar sacar algo en claro obtenemos contestaciones que no vienen al caso, y ante una segunda réplica te tratan como si fueras gilipollas mientras el resto asiente el aras de "La Educación del Futuro".

Y después de una dura jornada "¿educativa?" de seis horas, algunas veces más, llegas a casa reventando pensando que "por hoy ya está bien". Sin embargo te conectas al Moodle (o dicho de otra manera, la puta mierda de sistema informático con una base de datos de todos los que estudian en Castilla-la Mancha que se peta con facilidad y va lento de cojones), y te tienes que poner a hacer millones de resúmenes, prácticas, mapas conceptuales, análisis de artículos, traducciones... Y mañana cuarto y mitad de lo mismo.

Pero el mañana trae sorpresas "gratas", y ahora es cuando de nuevo entra en juego el papel del "alumno-autodidacta". Es cuando te mandan hacer programaciones sin explicarte ni papa, dándote un guión ciertamente incomprensible y directrices que se contradicen con lo que la profesora de la clase anterior te ha medio explicado (porque se han alineado los astros y has aprovechado 20' de clase antes de que usara los 40' restantes en explicarte lo dura que es su vida, lo que deberías hacer, los libros que deberías comprar, en qué deberías trabajar o las últimas anécdotas del infeliz de su hijo con el que hace experimentos). Y con dos cojones, no nos quejamos. De nuevo el foro de los borregos. ¡Qué cruz!

Así que cuando digo que soy autodidacta me podéis creer, yo, al igual que muchos, cuando creemos que leer un libro o hacer un resumen no es la pócima mágica para aprender sin que siquiera te den unas pautas básicas. Eso sí, te dirán que te metas en el Youtube para ver un vídeo de un catedrático de la Universidad de las Palmas que te diga lo que es enseñar por Competencias y te diga después que para poder evaluarlo tienes que comprarte 8 libros de sus amigos (secuaces) y crear los criterios de evaluación que ellos no han tenido cojones de hacer.

Quizás yo sea un producto de la LOGSE, pero he tenido la suerte o la desgracia de poner interés en ciertas cosas, cultivarme, estudiar, aprender de los errores que se cometen y rectificar, y sobre todo, no echar las culpas a los docentes, o maldecir un sistema por mi ignorancia o pereza. Creer en mí mismo más que nadie en este mundo. Así evoluciona el mundo. Cuanto menos hagas mejor, esa es la filosofía del éxito, claro, que viendo el panorama cultural así va la cosa, los programas con más audiencia son los de "Incultura Esteban" y otros de la misma quinta. Y lo de cultura tienen la decrepitud y pedantería de Hurtado o la parsimonia de Punset. ¿Dónde c*jones se quedaron los tipos normales? ¿Tan difícil es encontrar un profesor y/o maestro bueno, que explique con claridad como Ricardo Mora? La involución de las especies, aunque cuando le preguntan a una Miss España que quién era Confucio y responde que "el que inventó la confusión" riéndose como una jodida hiena, el nivel salta a la vista. Por no mencionar el escaso nivel de lectura que hoy en día se atesora, y la consecuencia es como un enorme abismo: NI PUTA IDEA DE REDACTAR.

No estoy diciendo con esto que en las mesillas de los alumnos de instituto tenga que haber libros de Neruda, García Lorca o Vargas Llosa (último Nobel, con B no con V de noVato), pero que se incentive la lectura sería un gran paso. Yo crecí leyendo a Delibes por gusto, y a los 13 años lo entendía, pero ahora, llego con 20 a leerme los apuntes de una Vicedecana de Universidad y aunque lo lea 8 veces se me queda la misma cara de gilipollas y de no haber entendido nada. Así que tengo una cosa clara, lo que aprenda, dependerá de mí mismo, no del profesor que me diga qué es lo que tengo que hacer para conseguir una plaza en el circo (de la educación) haciendo de funambulista sobre un foso de cocodrilos trepadores que consiguieron su plaza a base de formular teorías incomprensibles que aplaudieron otros con las mismas luces que ellos desde detrás de un sillón de cuero cobrando más de medio kilo al mes, sin tener ni puta idea de qué es lo que pasa en las aulas de un instituto o en los entrenamientos de una escuela deportiva.

Sin embargo, no pasará nada, porque los que más saben no son siempre los que "ilustran" tu conocimiento en una Universidad, sino que muchas veces te mostrarán el camino desde su aula, desde la pista de entreno o respondiendo a tus mails desde kilómetros de distancia.


Un saludo a todos los que sufren esta porquería de educación.