lunes, 6 de marzo de 2017

Clap Clap Boom!

Casi sin querer, ha empezado la nueva temporada de competiciones, condicionada por una pretemporada casi inexistente por las horas de estudio en la biblio, infructuosas y frustrantes, por cierto, y que me han dejado a poco más de dos décimas de "pasar" el corte. Además, le añadimos nuevos cambios a las circunstancias personales, como es el abrir el grupo de mañanas con el CT Arroyomolinos. Si vivir, es cambiar, vivo por tres o por cuatro personas, lo tengo claro. 

Y con tan sólo 4 semanas de entrenamientos continuados, en los que me habré dejado 3 o 4 kilos de lastre que llevaba incorporados, me presentaba en la línea de salida del Clasificatorio de Rivas, para el  Cto. España de Duatlón Élite. Sin haber corrido nada desde el día 31 de diciembre y con más dudas que entrenos buenos encima. A eso hay que añadirle una jornada maratoniana de trabajo en Carabanchel el día anterior, saliendo de casa a las 8.30 y llegando a las 22.10, con todo en contra. 

Calentando con el Melón
Planteando una estrategia de carrera más o menos inteligente, corriendo una marcha guardada y sufriendo muchísimo hasta la T1, donde salgo con Almagro y aguanto, si esLuidgi siempre motiva y da confianza. Bajarse a correr y sufrir de nuevo a mil por hora, y conseguir una 14º posición que me daba la clasificación para La Vall D'Uixó, donde compartiré equipo con Gabri y Manu. 
o, dos kilómetros, después pelotón y a sufrir con los giros, eso sí, correr codo a codo con el tito

La semana de después ha sido también dura, bajando algo el volumen de natación (3 sesiones) y metiendo bastante carrera a pie para lo que viene siendo la temporada (56km sin contar los 14k del domingo). Y trabajo intenso en el rodillo, sin olvidar, por supuesto, mis queridas pesas. Sábado día de activación y domingo a competir con un día frío y nublado. En la salida grandes nombres y alguna ausencia destacada. 

Primera carrera con Del Val, Bertiño y Dani Rodríguez. Sufriendo pero aguantando, llegando con ellos a la T1 enfilado. La bici se presumía fácil, y ya hacía cábalas de si atacar o no si guardaba lo suficiente. Pero, hete aquí, ironías del destino, falta de concentración o como queráis llamarlo -yo lo llamaré cagada de manual-, que cuando salgo junto con Dani Rodríguez a montarnos en la T1 y salto sobre la bici, veo cómo mi zapatilla derecha se cae al suelo a cámara lenta.

La cara de gilipollas que se me quedó fue para verla. Tuve que darme la vuelta y recogerla, quizás más pensando en que este finde tenemos compromiso en Boiro (en teoría, sin confirmar) que en la carrera. Ahora pienso si debí darme la vuelta o no. En fin, que en esta tesitura veo cómo se forma un grupo con los que iban 5 y 6º y consiguen entrar en el grupo de cabeza. Y yo, mientras tanto, pedaleo durante 5km en tierra de nadie, hasta que viene por detrás Perales como un búfalo, con otro a rueda.

Nos ponemos a relevos, el otro revienta, en la primera parte, con el viento a favor, tiramos ambos por igual, en el punto de giro del km10 los tenemos a tiro, pero cambia el aire y empiezo a sufrir como una perra. Él asume la parte más larga de los relevos, y yo lo doy todo como puedo y cuando puedo. En el km15 conseguimos entrar en el grupo de cabeza, pero voy totalmente fundido. La idea de atacar, se desvanece, y la de correr rápido, también. En la T2 se confirma, voy hecho un trapo. Consigo recortar algo y tener a tiro el 3er puesto regional, pero ayer había alguien bastante más fuerte que yo, Fran, que se juega al sprint la 3ra posición y yo, a falta de 400 de meta, me espatarro y reviento. 

Bien para las circunstancias de carrera, mal para lo que pudo haber sido. 7º de la general y 5º regional. Más decepción que impotencia.