lunes, 12 de abril de 2021

Penitencias

 Si he de ser sincero, hay veces que pienso que padecemos un extraño tipo de esquizofrenia o sadomasoquismo. No es normal que estemos deseando que llegue el periodo de vacaciones para sobarnos los hocicos entrenando en vez de irnos de cervezas. La verdad, es que la situación actual invita más a lo primero que a lo segundo, porque al menos así no tienes que llevar el bozal puesto. 

Mi Semana Santa ha vuelto a ser la "habitual", la de entrenar lo que se podía y como se podía, normalmente en compañía, que es algo que siempre hecho en falta en Madrid, siempre dentro de las pautas que marcaba el míster, y con el objetivo de no llegar muy hecho polvo al sábado que era cuando tenía previsto hacer un test de 3k en la pista. 

Los entrenos fueron fluyendo, quizás por la tranquilidad de dormir 8h al día, por las torrijas y el arroz con leche de la Mari Pradi o porque dejar de estar sólo todo el puto día te hace cambiar el chip. El caso es que saqué buena semana de entrenos, con tiempo de ocio para desconectar de los entrenos incluso (como si entrenar no fuera ocio, jaja). Cierto es que pasé por el mecánico a que me echara un vistazo, con Fer Arias y me vio bastante jodido. El diafragma de nuevo. El estrés y lo emocional. Así que a hacer los ejercicios de incrustarse las manitas debajo de las costillas, poco agradable pero muy beneficioso. 

El 3k salió bien, en 9'10" según mi reloj, acusando mucho el hecho de no llevar liebre y comerme el tres mil entero yo, pero muy satisfecho. Sí que es verdad que salí demasiado fuerte y lo fui pagando (2'55"-3'05"-3'10"), eso sí al día siguiente tenía un dolor de patas que no era ni medio normal, luego apretaba en bici y subía, pero las sensaciones no eran nada buenas, así que el domingo por la tarde foam roller y a chillar. Y claro, también cuenta que metimos en transición con "La Perla" Perales 45' a 3'50" en transición y porque me negué a ir más rápido de lo que ya íbamos (20" más rápido/km de lo que en teoría deberíamos haber ido). El caso es que hagas lo que hagas, en Talavera siempre habrá un alicate dispuesto a sacarte los colores.

Si hay algo que me faltó en Semana Santa fue compartir más entrenos con el tito Luidgi y echarme una foto con él, aunque para los que salimos a entrenar es más importante la conversación durante, que la foto de después. Os dejo una foto con la nueva incorporación a la grupeta, piragüista (campeón del mundo) reconvertido en (por el momento) Duatleta, con ADN competitivo 100% y más buena gente que el copón.