miércoles, 17 de agosto de 2016

Historias Pendientes

Llevaba sin escribir mucho tiempo, y mucha culpa de ello la tienen los últimos movimientos que ha habido en mi vida, así que le daremos a "velocidad x2" para ir avanzando sin crear un ladrillo de dimensiones pandémicas.

Después de Pareja competí en Alcázar de San Juan, donde no salió la carrera soñada ni por asomo. Salí nadando muy cómodo y en seguido estaba en el grupo de cabeza, sin embargo, acabé reventando encunetado sobre el km20 y de ahí a dejar la bici me cayó una minutada y un dolor de patas rico rico. Me bajé sin nada que perder, pero tampoco que ganar, así que la insulsez de un 5º puesto se transformó en casi asco. No había mucho más que rascar.

Desde mi ventana cada mañana, La Muzelle.
Con ese plantel, entre la decepción y el cabreo me planté en Francia durante 19 días, formando pare del staff de los Rise Camps en Les Deux Alpes. Ha sido una experiencia maravillosa a la par que dura, mucho curro diario, entrenamientos con gente excepcional, muy largos, largos, medios, en altura, intensos, de todos los colores y formas posibles e imaginables, y en la que me he dejado más de 2kg entre grasa y masa muscular. 


A la vuelta de los campus de entrenamiento y con una fatiga acumulada brutal tocaba volver a la rutina, volver a nadar, ya que en esos 19 días (y en los dos siguientes, 21) he sido capaz de nadar 3 sesiones cortas. Las sensaciones al volver a mi piscina de la Alameda... Bueno, no hace falta ni describirlo. Los tiempos no salían, y yo ya pensando en Cuenca y en la adaptación a la cabra. 

Ni un sólo día bueno hasta el viernes, cuando parece que el cuerpo empezó a responder en la típica sesión de activación precompetición, y llevándome un KOM en el puente de tirantes de Talavera. 

Podio de amigos, con Casillas y el Melón
Al triatlón de Cuenca llegué con la inseguridad de saber si lo del día anterior había sido de verdad o no y de si quizás hubiese gastado un cartucho. La natación fue una batalla campal, faltaban las piedras y los cócteles molotov volando. Muy mal, sin sensaciones, pero aún así salí en una posición digna, la 21, aunque lejísimos de la cabeza (2'). En bici decidí poner mi ritmo, seguir mi estrategia de alimentación, ir a mi rollo sin obcecarme.

En este segmento, he de decir que la actitud de los jueces fue nefasta, y que si por circunstancias de carrera en vez de dejarse 10m se dejan 8, y no se tiene la intención de ir a rueda hay que interpretarlo como tal, más aún cuando te pueden sancionar por cruzar la línea divisoria de los dos carriles, eso y que ni ellos mismos se saben la normativa y el área de drafting como ya me demostró uno de ellos mientras medio discutía con él, pero bueno, intentas que no te afecte mucho y sigues a lo tuyo. El primer puerto corono 4º y me planteo si, quizás, he arriesgado mucho. Así que el resto de la bici voy amarrategui.

En la carrera salgo a tope el primer kilómetro y fijo referencias, en el kilómetro 3 me coloco 3º y ya de ahí en adelante, voy aumentando la diferencia y recortando lo posible con cabeza de carrera. 3º en meta y subcampeón regional de triatlón olímpico, repetimos título igual que en Sprint. Lo malo es que en el final de la segunda vuelta se me empapan las zapatillas y la última vuelta sufro muchísimo destrozándome los pies... El precio de ganar, o de hacer podio.