jueves, 2 de julio de 2020

Letargo

Llevaba tiempo sin escribir, por falta de ganas y de motivos. Si hubiese exprimido mi cerebro, posiblemente hubiese salido algo, probablemente nada bueno, pero sí algo.

Ahora, tras la vuelta a casa y después de haber pasado el estrés de la última semana, haciendo gestiones de todo tipo y preparando la mudanza con contratiempos, puedo sentarme un rato y escribir. También porque ahora compré un portátil nuevo y puedo escribir sin estar pegado a una toma eléctrica.

Han sido meses duros de confinamiento y la progresiva recuperación de la "normalidad", hasta cierto punto, con cambios en el trabajo que hacían más mella psicológica que física, y claro, como todos, hubo días de esos que no te aguantas ni a ti mismo, ni le veías el sentido a nada. De todo se sale. Las etapas se cubren y el tiempo pasa. Algo cambia en ti. Evolucionas, espero, a mejor. Aprendes. Te preparas para lo que venga, "In omnia paratus".

Solo con hielo Tigri
Volver a las raíces, Talavera, días de reencuentros, ver a los colegas, un café o un entreno, o ambas. Correr de nuevo por el camino de la ITV, llano, amplio, de tierra, ¡joder, cómo lo echaba de menos! Dejar que se despierte el gusanillo masoquista poco a poco, de nuevo, ese que estaba hecho un capullo (como alguno con los que estuve hoy). Sufrir y disfrutar, y quitarme los kilos de más que he cogido, que yo diría que me ha encogido la ropa de curro. Por cierto, próximo destino, Madrid.

Con ese pelo pareces, por lo menos, cámara de PP
Hoy, primer día, y ya triple sesión. Quizás porque me lo pedía el cuerpo, o porque hay veces que no sé decir que no. Después de una carreterita desde mi casa hasta Espinosillo, 10k clavaos', ducha, porque no recordaba por qué llamada yo a ese pueblo "La sartén del Diablo", y un café en la sede. Tomarte un café sin que te cagues vivo o que sepa totalmente amargo es un plus. Parecerá una tontería, pero hay pocos sitios de Tenerife donde me haya tomado un café decente. Ver el Tigri y al tito Luidgi y que ya te engañe para ir a hacer unas pesitas en el gimnasio de Noru, y ya puestos, unos metrillos en la Alameda, y coincidir con Solana. Te cagas. Todos los locos vamos a los mismos sitios debe ser. Y por mucho que pase el tiempo, Luidgi seguirá siendo un cabroncete muy salao', del tipo de acabar de hacer un 200 estilos y que te meta prisa para hacer un 200 crol, en piscina de 50, no lo olvidemos.

El programa de esta tarde incluye revisión de bici, puesta a punto y poner los pedales a cargar. ¡Cómo echaba de menos esta mierda!