miércoles, 6 de mayo de 2009

Criticismo

Después de vivir 3 semanas, por no decir 4 (desde Semana Santa), entrenando y compitiendo como un animal, el cuerpo ha dicho basta y se ha resentido de tanto esfuerzo acumulado. Primero con el Talavera's Training Camp, a lo que le siguió Teruel y una semana más tarde el zonal universitario en Valencia. La semana siguiente volvieron los entrenos duros, y las sesiones de clase igual de duras, así que esta semana ha tocado petar.

Y es que como dijo Luismi Ruiz Pérez, el señor Catedrático de Desarrollo Motor, un atleta cuando alcanza su nivel óptimo de forma es cuando más sensible es a los cambios. Y estos cambios han sido de temperatura y ha sido lo que ha hecho que ahora esté con un constipao' de cojones, intentando recuperarme a marchas forzadas para poder llegar al tri de Talavera.

La garganta destrozada, mocos por doquier, tos seca de esta que te revienta el pecho y algo de fiebre ¿se puede pedir más? Sí, entre medias intenta exponer un trabajo de atletismo medio mareao, aunque por suerte no me tocó. Las temperaturas engañan, pasas de estar en clase sudando a 28ºC para salir a la calle y comprobar que todavía el sol no calienta y hay 15º, te vuelves a meter y llegas a los 30º y en la calle hay 20º, te metes en la piscina y hay 27º y resulta que ahora está nublao' y vuelve a haber 15ºC... puta primavera.

En fin, unas líneas para comprobar que ni con vitaminas, minerales o todos los fármacos del mundo combinados más el sol de primavera, son suficientes para no caer en cama. Ahora me acuerdo de lo que me contó Ferny sobre Uxío cuando estuvo toda la semana de Teruel en cama, ¡manda huevos!-como diría Trillo.

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