domingo, 31 de mayo de 2009

Made In Steel

Si ya el título del blog es bastante convincente, 'Diario de mis Soledades', esta entrada no servirá sino para reiterar el significado del mismo.

Cualquier deportista tiene que tener resistencia, pero no hablo ya de la fisiológica o física, sino de la psicológica. Especialmente en estas líneas querría resaltar a todas aquellas personas que por sus circunstancias personales, trabajo, estudios, o simplemente porque son "LD's", entrenan solas.

A veces ir a entrenar supone un esfuerzo titánico, saber que serán horas en las que lo único que dirás será 'Buenos días' a los viejos que están sentados en la plaza del pueblo por el que pases, o 'Hasta luego' cuando veas a otro ciclista que desanda el camino que tú andarás. Entrenar en soledad es difícil, pero como decía el mítico Pepe Pepino, con el paso del tiempo, te acostumbras.
Llevo casi un año en esta tesitura, como mucho me acompañaban en los trotes Albertito Díaz-Rincón cuando le engañaba, o compartía unas palabras en la piscina con Carmelo, Jesús Alberto o Joan. Pero este fin de semana poco ha habido de eso. El viernes destrozado tras 3 horas de sueño por los exámenes decidí quedarme descansando. El sábado salí con Santiaguito 2 horitas en bici, con pájara suya y pinchazo mío incluídos, y estuvimos haciendo cuestas desde Castillo de Bayuela hacia el Real de San Vicente, 4x4'. Por la tarde debería haber ido a nadar, pero me llamó mi tío, que me invitaba a ver el partido del Atletico al Calderón, y allí que fui.

Volví anoche a las 2 de la mañana, y hoy a las 9 diana, para salir a las 10, pensando en encontrarme a alguien en el Gitanillo, pero no hubo suerte. Tres horitas solo, la verdad es que la primera media hora fue psicológica total, viento, dolor de patas... y ganas de tirar la toalla. Pero todo fue pasar esa primera media hora e ir todo de mejor en mejor. La ruta que elegí: Talavera - Cervera - Marrupe - Navamorcuende - Piélago - Real de San Vicente - Castillo - San Román - Cazalegas - Talavera (por la general), la razón de elegir subir el Piélago era que en el entreno ponía "Subir una cuesta de 6 a 8 km en R3". No sé exactamente en qué tiempo pasé los demás pueblos, pero en Navamorcuende, llevaba 1 hora justa. Cuando me puse a subir el Piélago, saliendo justo del pueblo, miré el reloj y llevaba 1h01' y cuando coroné llevaba 1h32', más o menos lo que pensaba que iba a hacer. Subiendo a un ritmo cómodo y casi todo el tiempo sentado. En la bajada paré en la Fuente del Real a cambiar el agua y en la plaza del pueblo cocacola y bollo en 5' de descanso cuando el reloj marcaba 1h47'. Llegué a Bayuela con 2h y a San Román en 2h13', así que decidí atravesar Serranillos y subir a Cazalegas para luego bajar a Talavera. Llegué al portal de mi casa con 3h01'. Perfecto.

Por la tarde a correr 30' a estrenar las nuevas zapas, las Adidas Boston, que me han parecido comodísimas y muy ligeras.

Sirva mi pequeño ejemplo, y eso que soy junior y hago pruebas Sprint u Olímpico como mucho, para ilustrar el espíritu del triatlón, cuanto menos yo, si ahí fuera hay hombres y mujeres que duplican y triplican mis entrenamientos en la más absoluta soledad.

Recuerdo ahora lo que me decía una señora, que su sobrino jugaba al fútbol y decía que era 'muy sacrificado', y sin menospreciar a los futbolistas; deporte nacional después del sillón-ball; qué cojones sabrán ellos de sacrificio y esfuerzo, si entrenan 3 veces por semana 1 hora al día. Con los únicos que simpatizo, es como diría Ricardito, con nosotros mismos, los atléticos, que aunque no sea dando pedales (que también) sufrimos siempre, jajaja.

1 comentario:

José Muñoz Sánchez dijo...

la mismita ruta hice yo tío, cuidao para haber quedao... Este domingo tengo lo mismo, por si quieres sufrir un poco subiendo el Piélago digo.... jajaja