sábado, 25 de diciembre de 2010

God Bless Xmats

Cada año tengo menos espíritu navideño.

Las Navidades, mejor dicho, las Nochebuenas (y también Nocheviejas) se convierten en una reunión forzosa de gente en mi casa a la que tengo que sonreír a parientes con el que el trato es casi nulo y cuya opinión sobre alguno de ellos no se aleja mucho del desprecio y la ignorancia hacia su persona. Son, en cierto modo, como los renos de Santa Claüs, vienen siempre en manada y hacen una paradita en tu casa. No aportan, sólo exigen, y se marcharán cuando el alcohol se acabe, ni echándolos con agua caliente. Ayer mismo fue un claro ejemplo, además de estar yo jodido del estómago e intentar dormir algo para ver si podía ir hoy a entrenar las cuestas, se quedaron dando por saco y hablando a voces (discutiendo) hasta las 5 de la mañana. Y yo dando vueltas en la cama. ¡Qué alegría.! Así que esta mañana no me levantaba ni Cristo. De hecho no sé ni cómo he apagado la alarma, sólo sé que me he despertado a las 12.44 y que esta tarde debería hacer rodillo y salir a correr antes de ir a "otro evento" de similares características.

Yo reniego, y muchas veces impongo la ley del silencio por saber o querer decir nada. Cada año es peor. Las tensiones afloran (¿por qué será que la Navidad es cuando más divorcios se producen? - Más trabajo para JuanSe -) pero siempre tendrás que poner cara de farol como si todo fuera de puta madre. Lo siento. Pero ya no me sale. No me sale en mi propia casa, ni por falta de costumbre, últimamente soy transparente como el agua. No me sale sonreír si no es de verdad. Y menos, dando la razón a aquéllos que con cada afirmación de un calado intranscendente reafirman su insensatez e ignorancia, regodeándose en las amplias dimensiones de la misma, bañándose en unas charcas de orgullo monstruosas, pandémicas casi, y que se creen con el derecho de juzgar a los demás, mientras reclaman que les rellenes la copa sin siquiera levantarse ellos de su lugar.

Y cada año se repite la misma historia, una y otra vez. Y volvemos a llenarles la copa con una mueca forzada. ¡Ay! ¡Cómo nos gusta que nos den por el culo sonreír! Después de tantos años he llegado a la conclusión que con llevarme bien con las otras 3 personas que viven en mi casa me basta, y que el resto es circunstancial. En fin, habrá que armarse de paciencia (otro año más), y aguantar que te sodomicen con una cara radiante. Suerte que sólo son 4 ó 5 días en todas las navidades.

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El lunes comienzo el ciclo de estudio, de pasar apuntes y de ir haciendo callo en los codos. Total, sólo me tengo que estudiar el p*to Decreto 69/2007 entre otras cosas, pero quizás sea esa la más hiriente. Al igual que dos libros de gestión deportiva, ya que la profesora ha dado muestras de su incompetencia leyendo unos powerpoints en clase... (¡viva la LOE!). Del resto ya paso de hablar.

El 8 de enero me iré a Toledo de vuelta, el 9 regional de Cross en Fuensalida, y el 10 empiezan los exámenes. Finde completito. Entre medias está la San Silvestre de Talavera, en la que espero meterme entre los 10 primeros, aunque no me encuentro igual de fuerte que el año pasado, aunque todo pueden ser sensaciones.


Os dejo una foto que reivindica la Navidad: muchos no saben que ahora Santa Claüs es rojo porque lo pintaron así los de Coca-Cola.

1 comentario:

Jose Maria Abrante Segura dijo...

Vivimos en una sociedad en la cual el más fuerte y grande siempre machaca al más débil. Hoy en día el triatlón es un negocio, te venden zapatillas de esto, cascos de lo otro ... etc, y lo más triste que la Fetri llevan años mamando de los atletas. Estoy contigo al 100 %.

Un abrazo.