Semana "conflictiva" entre cuerpo y entrenamiento. Otra más de carga. De salir los volúmenes programados, serían casi 25km de natación, 270km de bici (más un día de transiciones) y sobre los 50km de carrera a pie, quizás algo más. Pero de momento las cosas salen, aunque muy cansado, especialmente en la natación, con mucha carga en los hombros. Igual en la bicicleta donde me empiezo a encontrar realmente bien y corriendo, y ahora me merece una pequeña reflexión.
"Has conseguido llegar hasta agosto, sobrevivir a los fríos invernales, a las lluvias de semana santa, a las torturas de exámenes+entrenamientos, a la soledad, al desánimo, a tus pequeñas crisis motivacionales, a los oleajes de la piscina de 50 de la Alameda esquivando niños y viejos, a los calores de julio. Da igual como salga la siguiente competición, o la que viene dentro de dos. Sonríete a ti mismo por lo conseguido, por el arduo camino recorrido, sus cuestas arribas más que cuestas abajo, y simplemente disfruta de cada día que quede hasta el final de temporada. Puede que derrames sudor, lágrimas y sangre, pero con el pecho henchido podrás decir que un año más, has crecido como persona y como atleta".
Desde aquí me gustaría dar las gracias al que últimamente se está convirtiendo en mi sombra a la hora de entrenar, gracias al cuál mejoro y sigo animado para apretar los dientes y el culo y seguir sufriendo. Quizás no haya entrenado hasta la fecha todo lo que pudiera o hubiese querido, pero lleva la marca de la fábrica de Pablo: sufrimiento y agonía hasta el final, sacrificio por el compañero y sobre todo casta (lo que normalmente llamamos nosotros "echarle un par de huevos"). Se trata de Joaquín, el Mula para los amigos.
Mañana el ENDURANCE DAY, en realidad en unas horas, por delante un recorrido de unos 100km de bici seguido de transición de carrera a pie y por la tarde cruzar el pantano de Cazalegas. La semana sigue, y hasta el domingo no terminará.
"Has conseguido llegar hasta agosto, sobrevivir a los fríos invernales, a las lluvias de semana santa, a las torturas de exámenes+entrenamientos, a la soledad, al desánimo, a tus pequeñas crisis motivacionales, a los oleajes de la piscina de 50 de la Alameda esquivando niños y viejos, a los calores de julio. Da igual como salga la siguiente competición, o la que viene dentro de dos. Sonríete a ti mismo por lo conseguido, por el arduo camino recorrido, sus cuestas arribas más que cuestas abajo, y simplemente disfruta de cada día que quede hasta el final de temporada. Puede que derrames sudor, lágrimas y sangre, pero con el pecho henchido podrás decir que un año más, has crecido como persona y como atleta".
Desde aquí me gustaría dar las gracias al que últimamente se está convirtiendo en mi sombra a la hora de entrenar, gracias al cuál mejoro y sigo animado para apretar los dientes y el culo y seguir sufriendo. Quizás no haya entrenado hasta la fecha todo lo que pudiera o hubiese querido, pero lleva la marca de la fábrica de Pablo: sufrimiento y agonía hasta el final, sacrificio por el compañero y sobre todo casta (lo que normalmente llamamos nosotros "echarle un par de huevos"). Se trata de Joaquín, el Mula para los amigos.
Mañana el ENDURANCE DAY, en realidad en unas horas, por delante un recorrido de unos 100km de bici seguido de transición de carrera a pie y por la tarde cruzar el pantano de Cazalegas. La semana sigue, y hasta el domingo no terminará.
1 comentario:
Bien, muy bien, pero...adopta la filosofía del término medio. Mira siempre a largo plazo y recuerda que todo no es ni una derrota ni una victoria. Aún así, te esperan grandes momentos en la recta final de la temporada.
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