domingo, 22 de febrero de 2009

Crisis

Esta semana ha sido dura para mí, el sábado y el domingo doblando, aunque la sesión de doblaje del domingo fue meramente una transición de 20' corriendo muy suave, porque las piernas no me permitían ir más deprisa después de hacer un recorrido de 3h20' con muchísimo aire y 'alguna que otra' cuesta encabronada. Y la sesión del sábado fue de 9 de la mañana a 13.00 repartiendo los ramos de San Valentín, a las 4.30 a nadar a la pisci y después hacer 50' de rodillo en la cocina (gracias a Aldana que me lo dejó). Como siempre la grupeta numerosa, paramos en Lanzahíta donde nos encontramos con Chuchi y otro chaval ciclista. Y después del entrenamiento comida, siesta y a Toledo. Vuelta a mi tediosa rutina.

Los entrenamientos de lunes, martes y miércoles los hice sin demasiados problemas, a excepción del cansancio que supone una jornada de clase de 8 horas (lunes y miércoles) más las prácticas de atletismo en las que también corremos un poquillo. Por ejemplo, el lunes hice 4x200 en pista: 31''02, 30''91, 30''88 y 30''02. Que para ser las 9 de la mañana no está mal, y para haberme metido la paliza del día anterior tampoco. Pero cuando empecé a notar las fuerzas flaquear fue el miércoles, que no tenía gana alguna de ir a entrenar, y aún así, fui a hacer los 4900 de natación programados. Con 4x400 en AEM(F) y AEM(N), y 2x150 + 2x100 AEI. Lo único que me entretuvo un poco fueron las charlas en los descansos con Joan Lorente, buen nadador y mejor persona, y Carmelo López, ya mítico y conocido en toda CLM, jaja.

Fue después de este entrenamiento cuando empecé a acusar todos los esfuerzos realizados y las pocas horas de sueño acumuladas. Y así fue que si pocas ganas tenía de entrenar el miércoles se multiplicaron por 0.01 el jueves. Pero son esos momentos en los que uno tira más de corazón que de cabeza y hace el entrenamiento, encima, doblando. En la carrera me dí cuenta de que la garganta me escocía horrores y que no era capaz de encontrar el ritmo, me costaba correr y sufría más de lo que suelo. En los 4x1000 (Medio, 2 vivos y rápido), hice unos tiempos que no me convencían del todo. 3'42'', 3'30'', 3'25'' y 3'21''. Pero con unas sensaciones malísimas, que en un principio achaqué a la fabada que nos habían puesto de comida. Y luego en la natación (5x700 + 4x25 c/1' + 100) estaba totalmente descentrado, no era capaz de nadar cómodo y me daba la sensación de que los caracoles me adelantaban.

Al salir de la piscina ya notaba los mocos congestionando, y el viernes amanecí pachucho, para variar. Este año no hay un puto virus que no haya cogido, es impresionante. Ni con vitamina C, ni abrigándome todo lo que puedo y más, nada funciona. Tengo las defensas por los suelos y cualquier cambio de temperatura me hace pasar las de Caín. Si el viernes estuve malo, peor fue lo del sábado, y hoy domingo estoy un poco mejor, o al menos, eso parece. Aunque sigo con una tosina irritante y unos mocos como elefantes. Tal vez desoí lo que el cuerpo me pedía, un descanso a gritos, pero mi ritmo de vida no es apto para cardíacos, el descanso vela por su ausencia, el frío me atenaza y es fácil caer enfermo... Ahora es cuando recuerdo las transiciones en el canal, aquellas horas de calor intenso, el sol poniéndome moreno... y pensar que todavía faltan 3 meses para todo eso...

1 comentario:

Jordi dijo...

Ánimo campeón!. La crisis técnicamente significa -si no me equivoco- cambio, punto de inflexión tal vez,... Tómatela como un kit-kat. A veces hay que dejar de exigirse tanto un tiempín, para luego exigirse otra vez el máximo. Salud!