Domingo y último día del
Talavera Training Camp '09 organizado por
P., y como toda buena obra de teatro, lo mejor se reserva para el final, con un etapón de bici donde la palabra ''llano'' era una mera ilusión. El recorrido:
Talavera - Castillo de Bayuela - Garciotún - Nuño Gómez - Pelahustán - Real de San Vicente - Subida al Alto del Piélago -
Navamorcuende - Marrupe - Cervera - Talavera. Alrededor de
100km de ruta,
107 al final porque completamos para reagrupar yendo hasta el cruce desde
Pelahustán hasta la carretera del
Real.
Sin duda otra prueba de fuego para nosotros, que esta semana hemos sumado un total de
280 km de bici (aprox.), el etapón cumbre tras el día de supervivencia del
viernes, con fuertes vientos y terrenos rompepiernas. Y de nuevo, cuando llevábamos 1 hora de recorrido y rodábamos hacia pueblos cuyo acceso es tan pestoso como
Garciotún o
Pelahustán, uno se pregunta por qué hace triatlón

. Pero son estas pequeñas crisis las que a mi parecer te hacen fuerte, porque aprendes a manejarlas y a acostumbrarte a ellas para superarlas. No obstante es casi un cansancio psicológico más que físico, aunque el físico también te lastra mucho, especialmente el dolor de piernas en un terreno con continuos subes y bajas. A ello también hay que sumarle el mal estado de algunas carreteras, los domingueros que pasan enciscaos' a 50cm de tí... muchas cosas que te minan por dentro y que al final te olvidas de e

llas tras la parada para un comer un bollo y tomar una cocacola o un café.
El punto más alto de hoy era el
Alto del Piélago, subido desde el
Real de San Vicente, que según dicen es más corto pero más duro que la subida desde
Navamorcuende. No obstante, cuando llevas ya 2h30' sobre la bici, y a ello le sumas el cansancio de sesiones anteriores, se te hace más infernal

si cabe. Eran 6 km que a mí me parecieron eternos. Comencé a subir hablando con
Joaquín y a los pocos segundos me enganché a un grupo en el que iban
Sergio, Vivérrido y
David Jiménez (Bolinche, jaja
), por petición de
Sergio, y me subió a un ritmo constante, fuimos cogiendo a gente poco a poco, nos compactamos, pero sobretodo
SUFRÍ, y MUCHO. Sinceramente no tengo ni idea de cómo aguanté subiendo a su rueda, llevaba las piernas hechas polvo, estaba totalmente renegado, pero tal vez sea por el ritmo constante, por ir a rueda, por sus ánimos, o vaya usted a saber por qué. Aguanté, hasta a 150 metros de coronar donde endurecieron el ritmo esprintando un poco y ya sí que peté y empecé a echar fuegos artificiales. Mucho sudor y mucho frío al bajar.
En
Navamorcuende reagrupamiento, y después me fui con
Pepe Pepino (que por cierto fue el Rey del Piélago

hoy),
Luarca y
Fer. Un ritmo exigente en un terreno que antaño se nos hacía eterno y que ahora ya no lo es tanto. Hubo luchas cuando un grupo formado por
Wayne, David, Andreas, y
con Sergio a la cabeza, nos pasó como una exhalación y se desenterraba el 'hacha de guerra'.
Fer y
yo tomábamos posiciones tranquilitas, y él apretaba más que yo en uno de los repechos. Al final, desde
Cervera, formamos un trío compuesto por
Fer, Luarca y
yo, que conseguíamos llegar a Talavera con
3h35' y
108km.
Después, con prisas, a recoger a
Aldana, Santi, Andreas y
Mula, para irn

os a comer al merendero de
Pepino una barbacoa, muy merecida, después de kilómetros de esfuerzo en los que se derramaron sangre, sudor y hasta alguna lágrima. Tras la comida, un paseo-carreras por el monte para bajar la comida, en el que disfrutamos como críos chicos.
La semana que viene será de descarga,
Teruel nos espera.
No hay comentarios:
Publicar un comentario