Poco le queda ya a la temporada 2009, o al menos eso dice la teoría, otra cosa es lo que quiera decir, o decidir, Quique & Co. Poco o nada. Después Agramón ha venido Pareja, cumpliendo más o menos las espectativas que tenía y ahora afronto lo que probablemente sea la última competición de todo el año, de no ir a Zarza de Granadilla a 'probar' el Triatlón Cross, el Campeonato de España de Triatlón por Relevos, en Medina de Rioseco (Valladolid).

La verdad es que en esta temporada, por unas razones o por otras, no he acabad
o de sentirme bien corriendo a pie. No soy el mismo que el año pasado. Nado mucho más, en bici voy bien pero en la carrera a pie me sigue faltando chispa, justo lo que el año pasado tenía. Aunque no haya ido mal en todas las competiciones claro está, en Pinedo y en O Grove corrí con muy buenas sensaciones. Pero al llegar la recta final de la temporada, siempre arrojaba dudas: Alcázar medio apajarao', Agramón con problemas gástricos y Pareja con calambres en la última vuelta. ¿Falta de magnesio? ¡Joder! Precisamente ahora que me cuido más, como más verde, más pescado, menos carne, legumbres... Quizás todo sea achacable a la suerte. La suerte es algo que solo se tiene una vez en la vida, bueno conozco algún caso que en los que han sido más de una y más de dos las ocasiones en las que la fortuna les ha rozado con su dedo, pero no es significativo.
De Pareja saco muy buenas sensaciones nadando y lo mismo en bici, aguantamos un tío del A.D. Sevilla, Vicente Clemente y yo 2 vueltas y media (de 3) solos y les costó cogernos a los de atrás, aunque luego uno paga el pato corriendo a pie. Y ésta, se hizo especialmente dura... muchísimo sol, temperaturas muy altas, cero sombras, un solo puesto de avituallamiento y en vez de al principio del recorrido al final. Además hay que sumarle mis zapatillas, que son carnívoras y no les eché de comer el día de antes, y se cebaron con mis pies, y el roce del puto chip. Ahora los pies en carne viva, con aloe vera, halibut y vendajes aparatosos para correr o dar pedales...
Quizás acuse ahora la sesión de rodillo o de transiciones que a lo largo del año no he podido hacer en Toledo, y siembra un precedente para el año que viene. Además de poner en evidencia las carencias por las que he pasado este duro año. El año que viene vendrá un gran reto, la categoría sub23, aunque sigue siendo un arma de doble filo. Clasificatorios tempraneros y la competición a mediados de septiembre. Bien por lo segundo, más tiempo para entrenar, y mal por lo primero, los clasificatorios suelen coincidir con exámenes. Pero por suerte se acaban las fechas incómodas para el Cto. de España Junior.
Así que ahora se me plantea una cuestión que aunque aparentemente carece de importancia, lleva intrínseca una gran carga de responsabilidad: ¿correr en Zarza de Granadilla? Y la pregunta que os haréis es: ¿y qué cojones ganas con ello? Pues la verdad es que se puede ganar mucho. Salir campeón junior significaría optar a una subvención de la junta, lo que se traduce en llevar una bici guarrera a Toledo para hacer rodillo un día por semana y ésto en mejoras del nivel de rendimiento en muchos sentidos. Además que la concentración de entrenamientos dismunuiría y podría ir a nadar con los chicos a la piscina viernes y sábado para que Quique me corrigier
a.

A todo esto hay que sumarle la introducción del plan Bolonia (que viene siendo UNA PUTA MIERDA) en la UCLM por lo que los horarios son, en teoría, más asequibles para organizar entrenos y demás... pero eso, en teoría. Veremos qué sale de este 'cocktail' de historias para no dormir. De entrada creo que me pensaré si apuntarme a Zarza, y lo decidiré el fin de semana, ya que el plazo cierra el martes 25... y a rezar para que no vaya ningún junior animal como el año pasado, que fueron todo un séquito de malas bestias: Óscar Vicente, Adriá Escrich, Alex Pérez... por suerte, los mejores estarán ya en Gold Coast en el mundial junior (Mola, Vicente y nuestro Ferny Alarza).
No hay comentarios:
Publicar un comentario