domingo, 6 de julio de 2008

Cto. de España Triatlón 2008 (Cuenca)

Por suerte o por desgracia llegó el día D, y la hora H: 8 de Julio de 2008, 19.00, Playa Artificial de Cuenca. Pasaré directamente a la crónica y me ahorraré el prólogo para, puede que sí o puede que no, ponerlo más tarde.

Dejamos las zapatillas y el dorsal de carrera en los Boxes 2 y bajamos en bici hasta la playa con las mochilas y el resto de cosas. Una vez allí a esperar, rotularse, control de material y los nervios que empiezan a aflorar, entre nosotros un silencio tenso, miradas inquietas... todo aquello por lo que nuestros sueños se veían interrumpidos, bañados en sudores fríos y otros con la fragancia de la victoria, se representaba delante de nosotros. Las pulsaciones se aceleraban conforme la fila avanzaba. Una vez dentro de boxes prepararlo todo, las gomas a las zapatillas caladas, casco y gafas, vaselina para el roce del neopreno, gafas, gorro... y corriendo hacia abajo para poder calentar.
Me embutí en el neopreno el primero, me coloqué en las gafas y a calentar, solo, concentrado, en el agua fría... pero desde el primer momento descubrí que tendría problemas en el primer segmento: las gafas no ajustaban bien, me las coloqué mil veces y las mil veces entraba agua por el ojo derecho. Tras las fotos de rigor y unos metros a ritmito a la cámara de llamadas. Otra vez esa tensa espera, algunos gritaban, otros intentaban evadirse en silencio y mientras tanto yo peleándome con las putas gafas que no me ajustaban. Entramos al agua y de nuevo igual, agua. Me agarré a la corchera de salida, que rondaba los 75 cm bajo el agua y me intenté colocar las gafas. Demasiada gente, hostias seguras, poco hueco. A las órdenes del juez de salida.

Bocinazo, patadas, golpes, nado waterpolo, y me quedo de los últimos, pronto encuentro hueco y comienzo a nadar cómodo pero empezamos con los nervios del agua en el ojo, sólo veo por uno, esta vez el derecho, "aguanta hasta el giro y allí nos lo quitamos" me repetía a mí mismo, demasiado agobio, el ojo me pica brazada a braza y vuelta al ritmo. Vamos aguanta y progresa. Llegamos al segundo giro, donde creo que hubo gente que se saltó la piragua porque del grupo en que iba dimos por la boya unos 4 ó 5. De nuevo agua, constantemente entrando, me paraba y me vaciaba, horrible y nerviosísimo, sé que no estoy nadando bien, pero progreso poco a poco. Aguanta un poco más, vamos. Más agua en el ojo, aquello era como un peso espiritual extra, una sensación de que te están puteando y no puedes hacer nada. Recuerdo la rabia que sentí, casi tenía ganas de cagarme en todo y chillar. Por fin llegué a la transición. 500 metros cuesta arriba con escaleritas, adelanté a 4 apretando para arriba, entro en boxes y veo a aldana coger la bici y salir corriendo. Tampoco vamos tan mal pienso.

Transición un poco lenta. Casco, gafas y a correr. Me monto en la bici y aprieto hasta coger grupo. Me coloco las zapatillas y a rueda. Nadie da relevos. Por fin viene uno del Reus Ploms y la cosa parece que va bien, nos colocamos y comenzamos a dar relevos a buen ritmo, aunque no constante. El cuenta no me marca. Algún intento de palo que neutralizo y con ayuda del Reus Ploms hacemos que la cosa marche bien. Giro a la izquierda y comenzamos a subir en el giro, comienzo a subir en plato de pie y a un buen ritmo, me da relevo el Reus y tira fuerte, me engancho como puedo a la cabeza de mi grupo y nos quedamos 5, al poco nos enganchan los de atrás. Nadie releva, por fin entro yo. Comienza el puerto y a palos. Me descuelgo unos metros y luego me reengancho subiendo a ritmo constante y con el desarrollo más pequeño puesto. Nuestro grupo ha enlazado con el de Aldana y Mula. Empezamos a subir la última rampa y veo al Mula tirando del grupo a unos metros por delante y detrás el del Reus con el que había ido yo todo el tiempo. Llegamos arriba y giro de 180º. Vale, ahora relajar y bajar con el grupo. Sin embargo, un hecho cambiaría el curso de mi carrera: no tracé bien una curva y me fui casi contra el quitamiedos perdiendo el grupo.

Puedo jurar que en ese momento me acordé de Dios, de la Virgen y de todos los santos habidos y por haber, pero todavía los veía podía enlazar y apreté el culo... lástima que no lo consiguiera... fui recogiendo descolgados y formamos una grupeta de 5. Uno del Anigasa, uno de Ceuta, otro Almendralejo (creo), un hijo de la grandísima p*** del Bricosa que NO HIZO UNA MIERDA POR EL GRUPO y yo. De los cuáles dábamos relevos constantes el primero y yo y de vez en cuando el segundo. Así que en el último repecho, al llegar a Cuenca el del Anigasa y yo estábamos hasta los cojones y les apretamos a los otros tres cabrones. Ellos contestaron el palo y decidimos quitarnos las zapatillas y subir la última rampa descalzos. Transición a carrera.

La transición fue fundamentalmente una cagada. Voy a poner mi bici encima de mi dorsal, el 231 y está la bici de Aldana encima, meto la bici como puedo y para coger el dorsal y las zapatillas tengo que estirar mucho el brazo, casi rozando con la cara las ruedas. Me las pongo y cojo el dorsal y me lo pongo a la vez que salgo corriendo hacia el circuito. "Ahora con cabeza Daniel"-pensaba para mí mismo. Ricardito, Pablo, los Pinos... todos animando. Vamos, a ritmo constante y después progresivo. Comienzo a correr a buen ritmo y después me supera el del Anigasa a mayor ritmo, me pongo detrás de él y los primeros 300 metros sufro para seguirle pero después me adapto y voy recortando poco a poco al siguiente corredor que casualmente es Aldana. Llegados a un punto, y tras avituallar decido que es hora de darlo todo, quedarían unos 3.5km y veo a Aldana a unos pocos metros delante, aprieto un poco el ritmo, me pongo a su altura le animo, él hace lo propio. Le supero pero no me sigue como espero yo. Ahora sólo estoy yo. Veo gente delante... se afilan cuchillos. Voy progresivo, adelantando a gente constantemente. La boca seca, mi lengua como un trapo y enfilo cuesta arriba para dar la 2ª vuelta. Llego donde está la gente y recuerdo el olor a tabaco y se me revuelven las tripas. Aguanta, solo 2.5km. Cojo la pulsera y enfilo hacia abajo. Voy concentrado tengo que adelantar a más gente, vamos, un punto más, sé que puedo, no flaquees ahora. Continúo mi progresión, agua, Ozzy anima, metros delante Óscar y Ricardito "a por el Bricosa". Agacho la cabeza, necesito concentrarme más, le voy recortando poco a poco pero no sé si será suficiente los metros que quedan para meta, adelanto a otros dos. He oído que Fer ha llegado 7º. De puta madre, ahora seguro que mula está por el 15º o así, pero me cruzo con él a unos 40 metros del giro para encarar la última rampa de subida. No va tan alante como esperaba. Bueno es igual, vamos a apretar, queremos medalla.

Última rampa hacia arriba, adelanto a otros dos, aunque no sé si van a por su segunda vuelta en vez de a meta, no importa, último giro y a meta, vamos, un poco más miro hacia atrás y no viene nadie y entro rápido pero sin esprintar a meta. Nada más entrar noto como un mareo por el calor y el esfuerzo de la carrera a pie. Felicito a Fer y a Mula. Ahora sólo queda esperar. 1º Drac Tritaló 2º Anigasa 3º Bricosa y nosotros... otra vez 4º. Increíble. Nuestras caras se estremecen...agachamos las cabezas como si nos hubiesen tirado una losa en la espalda. No ha sido suficiente. Ahora se mezclan distintos sentimientos... decepción, rabia, frustración... todos miramos al suelo sin saber que decir. Pero siempre hay algunas palabras de consuelo de P., de Javi Pino Sr. o de Ricky para animarnos. No obstante, todos sabemos que es lo que hay, ni más ni menos, no hay vuelta de hoja, debemos estar orgullosos por lo que hemos hecho, el año que viene iremos a vomitar sangre si es necesario.

También hay que decir que hay muchas maneras de tomarse esta entrecomillada "derrota" o "fracaso", la aceptación, la sensación de haber dado todo lo que uno tenía, de haberse vaciado totalmente (y luego sufrir sudores fríos, mareo y dolor de cabeza, como me pasó a mí) y luego otras como la decepción y el sentimiento de derrota traducida en frustración y desilusión...

En resumen: natación pésima, bici con un error fatal y carrera volviendo a ser el mismo después de los problemas de líquidos en FA y el Villa de Madrid. Ahora tengo una fijación: pasar a tope las pruebas de INEF de pasado mañana.

Y a los que me escuchen que luchen no todo está perdido...

Gracias a los miembros del Tritalavera y a los que no lo son pero nos acompañaron en nuestra particular Odisea: la familia de Javi Pino, la de Fer, la de Joaquín,Óscar, a nuestro "profe" Ricky, a nuestro míster Pablo Cabeza y a esos pedazo de compañeros que tengo: Fer, Aldana, Mula, Andresito... y Pino!!!!


1 comentario:

Pablo Cabeza dijo...

Me has emocionado, sin duda.

Dentro de unos años nos daremos cuenta de lo que estáis logrando, yo , que ya debería peinar canas por mi edad, con la perspectiva que dan los años, me doy cuenta de que sois una generación extraordinaria, tal vez costará muchos años volver a conjuntar un grupo con la calidad humana y deporiva que todos atesoráis, de esto yo me siento orgulloso y vosotros ya os daréis cuenta con el paso de los años.

El ciclo aún no ha terminado, y , como sabes, pienso que el año que viene subiremos a ese cajón que merecéis.