viernes, 26 de septiembre de 2008

Entre el cuerpo y el alma

Aturdido y confuso vio su rostro en el espejo, demacrado por el sueño y las fatigas, sus ojos apagados reflejaban sufrimiento, su boca mostraba cierta preocupación, parecía haberse insensibilizado contra todo, carente de motivaciones... Sin embargo un solo recuerdo volvió a su mente y con ello bastó para que su rostro cambiase, ahora sus ojos mostraban en el fondo un atisbo de ilusión y esperanza, de su boca brotó una pequeña sonrisa, suspiró profundo y lento, cerró sus ojos... volvía a sentirse menos cobarde, más valiente, con la capacidad de sentir, de su pecho surgió un latido indómito, dum-dum, sintió renacer y no morir, ser eterno como un fénix, volando a ras de suelo para luego subir hasta las mismas estrellas... Abrió sus ojos y sonrió, quería sentirse cuerdo sabiéndose loco, o tal vez fuera al revés, no sabía qué pensar. Se tumbó en la cama y cerró los ojos, quería soñar... pero despierto no dormido, la cuestión sería si acumularía su miedo cinco minutos más para que éste se transformara en valor y soñar despierto al fin... Pero más allá de todas sus divagaciones el tremendo monstruo Sino se erguía ante él cuál coloso. Lo que él deseaba ya no dependía de él y eso le asustaba, le hacía dudar, dar un paso atrás y no saltar... la sombra del fracaso se había transformado en un abismo en el cuál no quería caer una vez más. Las dudas eran sus compañeras. Se preguntaba qué habría al fin de su camino, tal vez sentimientos puros... o tal vez más desengaños... Eso le acongojaba y le sumía en días eternos con cavilaciones varias y pensamientos erráticos, el tiempo era su adversario, de él dependía enloquecer o vencer sus miedos, y el tic-tac del reloj anunciaba su melodía al compás impasible de los segunderos.
No quería vivir en el refugio de lo imposible, pero tampoco estrellarse contra un muro, no sabía que haría, su sentencia la dictaminaría más su corazón que su cabeza...



Dos semanas en Toledo,
las clases van aumentando poco a poco, las prácticas igual, el frío de la piscina cada vez es más intenso, la capa de mierda de las colchonetas de gimnasia rítmica cada vez más gruesa, el otoño ha aparecido sin avisar, envuelto en una nube y haciendo bajar las temperaturas a forma brusca. Ahora amanece más tarde, para ir a algunas clases te levantas de noche y ves amanecer de camino a la universidad. El vaho comienza a salir de la angustiada respiración del estudiante subiendo la cuesta del Carmen, se empiezan a ver sudaderas y ropa larga en vez de los pantalones cortos y camisetas de tirantes de hace tan solo 10 días. Octubre llama a la puerta, personalmente no le abriría con gusto y sorna, pero c'est la vie, nadie puede parar a Chronos. Octubre ya... parece que fue mentira que hayan pasado ya casi 3 semanas desde que aquel día 14 de septiembre abandonara tembloroso Talavera para acomodarme en Toledo. Muchas amistades de por medio, mil historias, millones de carcajadas y centenares de sonrisas, casi da pena marcharse de aquí el viernes a mediodía. Ahora acabaron las novatadas de la residencia, sólo queda la de la universidad para este miércoles o jueves.

Y entretando ha llegado aquello que abandoné hace decenas de días, los entrenos, de
pretemporada, pero entrenos al fin y al cabo. Éste año será diferente. La soledad será muchos días compañera y amiga, otros lo será Pepe Pepino, y los findes de nuevo la camada del Tritalavera se reunirá, poco a poco nos vamos haciendo grandes y la camada va pasando a ser manada. Este año esperamos refuerzos y deserciones, vienen un par de chicas, una ese Elena Rodríguez, que viene del atletismo, y otra una chica que no conozco de Almendralejo creo, aunque tampoco me enteré muy bien. Por otro lado Fer se ha ido becado al centro de alto rendimiento de Madrid, y poco le veremos me da la impresión. Ahora es cuando vienen a mi mente las palabras de mi profesor de Ftos. de la Natación y las Act. Acuáticas, Fernando Llop, sobre el desarrollo y la obtención de nuevos talentos en los deportes y cómo algunos entrenadores acaban quemándolos. No creo que sea el caso de Fer, por Dios, ni se me ocurriría pensarlo.

PD: Ya tengo carnet, pero no tengo L porque a los de la autoescuela se les acabaron =D.

3 comentarios:

Pablo Cabeza dijo...
Este comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.
Arri dijo...

Entonces no me enteré bien

José Muñoz Sánchez dijo...

maricaaaa, lo que tienes que hacer es traerte la bici!!!