Hoy el día ya apuntaba maneras desde levantar la ventana, gris, frío, lluvioso, presagio de lo que se avecinaba.
Hoy nos dijeron en clase que nuestro (mi) compañero (amigo) Ismael, de erasmus en Bratislava había muerto. No tardamos en romper a llorar. El nudo que se te hace en el estómago y en la garganta te impide pensar, reaccionar. Y preguntándonos el por qué de su destino... así durante media hora.
Hasta que nos confirmaron que no había sido él, español de Erasmus en Bratislava, sino Imrich, eslovaco de Erasmus en España, que había aparecido muerto en su habitación esta mañana. Durmió y nunca jamás despertó. Jugaba en el Argés desde principio de curso, y prolongó su beca en España hasta el segundo cuatrimestre.
Sigue siendo una vida. Sigue siendo una putada. Pero no es lo mismo perder a uno que a otro.
Y después de semejante noticia, a uno se le queda mal cuerpo. Sigues con el puño apretándote el estómago. Replanteándote tu vida porque te das cuenta de lo volátil e insustancial que es: puede que sea la última vez que cierres los ojos y no volver a abrirlos. De la pequeñez del ser humano, y te preguntas si es un nuevo caso Jarque o Puerta mientras el silencio y la oscuridad se adueñan de nuestras almas y de nuestros pensamientos...
Descansa en paz, "Imo"...
Hoy nos dijeron en clase que nuestro (mi) compañero (amigo) Ismael, de erasmus en Bratislava había muerto. No tardamos en romper a llorar. El nudo que se te hace en el estómago y en la garganta te impide pensar, reaccionar. Y preguntándonos el por qué de su destino... así durante media hora.
La peor media hora de mi vida.
Hasta que nos confirmaron que no había sido él, español de Erasmus en Bratislava, sino Imrich, eslovaco de Erasmus en España, que había aparecido muerto en su habitación esta mañana. Durmió y nunca jamás despertó. Jugaba en el Argés desde principio de curso, y prolongó su beca en España hasta el segundo cuatrimestre.
Sigue siendo una vida. Sigue siendo una putada. Pero no es lo mismo perder a uno que a otro.
Y después de semejante noticia, a uno se le queda mal cuerpo. Sigues con el puño apretándote el estómago. Replanteándote tu vida porque te das cuenta de lo volátil e insustancial que es: puede que sea la última vez que cierres los ojos y no volver a abrirlos. De la pequeñez del ser humano, y te preguntas si es un nuevo caso Jarque o Puerta mientras el silencio y la oscuridad se adueñan de nuestras almas y de nuestros pensamientos...
Descansa en paz, "Imo"...
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