sábado, 12 de mayo de 2012

Uno paso adelante, dos para atrás

Si digo ahora mismo que tengo una carga alostática demasiado alta, a más de uno le sonará a chino.

Es normal. Ya que es un concepto no muy extendido aún entre este mundillo del triatlón, pero que sin embargo tiene que ver, y mucho, con la adecuada planificación de las cargas. Una cuestión bastante escabrosa para los entrenadores de la vieja escuela que basan sus entrenamientos en un volumen demasiado elevado unido a una intensidad alta del mismo. Antes de nada, este tema lo trataré más en profundidad en el otro blog cuando tenga algún rato libre (y teniendo en cuenta que estamos a final de curso, puede ser que hasta junio no lo haga). 

La cuestión es que la alostesis podría catalogarse como uno de los primeros pasos del sobreentrenamiento, ya que los ciclos hormonales sufren alteraciones, los entrenamientos no se asimilan y se producen cambios a nivel psicológico (agresividad, bipolaridad, hastío, pocas ganas de entrenar...). Del mismo modo el sistema inmunitario se debilita y el deportista es más propenso a las enfermedades, especialmente, de las vías respiratorias. 

Bien, a lo que iba, hemos estado jugando demasiado tiempo en una delgada línea roja, el límite al que puedes someter al cuerpo y a la mente durante un periodo de tiempo prolongado, y una vez llegado a ese punto, o dejas recuperar al cuerpo o el cuerpo te va a forzar a que pares. Una de las variables más importantes es el descanso, quizás por mi condición de estudiante tenga "más fácil" esa faceta (no lo veo yo tan claro, echando una media en la universidad por día de 6 horas con algunos de más) y descansando como el culo gracias al cab*ón de mi casero que compró los colchones en el mercadillo. En ese punto me encuentro ahora mismo. Falta descarga y descanso, y es algo que he notado que se ha generalizado en el grupo de entrenamiento durante la última semana, a lo que hay que sumarle un cambio brusco en las temperaturas, pasando de los 30º, que produce la no-aclimatación del cuerpo. 

Resulta bastante sencillo olvidar los principios fisiológicos referidos a la regulación y a la homeostasis biológica post-competición: +24h fatiga muscular/periférica, +48h fatiga del SNC; o lo que es lo mismo, estás hecho pisto. Por lo que un microciclo de Ajuste o de Recuperación de 2 ó 3 días se hace imprescindible para afrontar con garantías el siguiente microciclo de Carga, y no basta con un día "regenerativo".  

La cuestión es que si entramos a cargar sin haber recuperado, y con las reservas funcionales mermadas, no vamos a ser capaces de asimilar el entrenamiento, y muchas veces, nos veremos obligados a "parar en seco". Es por ello por lo que, después de dos semanas compitiendo (Gandía y Soria) y realizando los entrenamientos al pie de la letra, llegué al límite. Sí, al límite en el mes de Mayo. De manera que ahora auto-regulo los entrenamientos en función de las clases, que se encuentran en el sprint final, y de las sensaciones de mi cuerpo. 

El jueves en la pista sobrepasé la línea con creces, pesado, cansado, con un dolor de piernas infernal, sin sensaciones y con unos tiempos horribles, y aún así, forcé. La respuesta me la dio el propio organismo el viernes y me obligó a descansar. Algo que no es ni mucho menos bueno, teniendo en cuenta que Sevilla está a una semana. Y como yo decía, noto que falta descanso, independientemente de la planificación de cada uno, es una sensación extendida entre todos, por ello, después de la Liga de Clubes (02/06) voy a tomarme una semana de relax en la que haré, única y exclusivamente lo que yo quiera (y probablemente también tenga que prepararme la defensa del TFG). 

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