domingo, 15 de julio de 2012

Mi mamá me dijo...


Suena raro el título de la entrada, pero es cierto. Para algunas cosas las madres son el predictor más fiable de lo que va a pasar, excepto para los números del euromillón. Es como cuando eres pequeño y te dice: "te vas a caer y luego te voy a arrear", y como si de una profecía griega se tratara, te caes, y luego ella te remata. 

Salida de agua. Ya llevaba cara rara.
Digo esto por una sencilla razón, ella no quería dejarme ir a competir a Alcázar hoy por la semana que he llevado. Domingo viaje de vuelta de Pulpí y volver totalmente exhausto. Lunes 4 sesiones de entrenamiento: 2 de natación, 1 de gimnasio y 1 de carrera a pie. Lunes por la noche, a eso de las 6 de la mañana, fiebre del copón, vómitos y diarrea. Y así todo el martes, con 38.5º de fiebre todo el día, viviendo en los mundos de Yuppi. Miércoles día de transición, extraño, con la temperatura estabilizada en 36 y algo y algo de entreno, 40' de carrera suave con Samu y 2800 de natación. Jueves recuperado, pero muscularmente hecho unos zorros, 2h de bici con Fer y la grupeta y después 3200 de natación en la piscina con buenas sensaciones. Viernes caída en picado, 40' suaves con Andreas a pie y... 1000 metros de natación, con un dolor de brazos increíble. Sábado tragedia griega, la rodilla de la tendinitis se resiente y vuelve a dolerme y a no dejarme apoyar con normalidad con una sensación extrañísima. 

Con todo y con eso, hay que sumarle un madrugón a Alcázar de San Juan (levantarse a las 4.35) y el viaje hasta allí en coche conduciendo. El estómago revuelto desde que me levanté. Mal presagio. Y todavía peor cuando nos fuimos Barquín y yo calentando a Villafranca en bici y vomité en marcha. Otra más con el agua putrefacta de las lagunas en el calentamiento. Malos augurios. 

Salida del agua horrenda, sin ritmo, pero consiguiendo mantenerme a pies de Benito del Albacete. En bici a relevos con él, Omar y Alberto Hernández que iba como un animal. Lamentablemente las fuerzas me duraron poco en bici, hasta el km 15 o así, y entonces mis relevos pasaron a ser una mera anécdota. No era capaz de seguir el ritmo, y cada relevo de Alberto me parecía un palo. Así pues llegó de nuevo el dolor de estómago, y posteriormente, el vómito en marcha. Totalmente jodido. La verdad es que se me pasó por la cabeza desistir, descolgarme y abandonar, pero estábamos a punto de conseguir llegar a la T2 sin ser cazados. De la T2 salí con el pensamiento de sufrir y mucho. Omar y Benito salieron rápido y me tomaron ventaja. Yo a mi ritmo, con dolor de piernas a cada zancada. Al final de la primera vuelta ya iba tercero con Benito soplándome en la nuca. Nada más empezar la segunda vuelta un muro: flatazo. Los fuegos artificiales los vieron Omar y Alvarito (Rguez Pérez-Cejuela) como después me comentaron en meta. Poco después se me pasó y comencé a recortarle algo a Benito y cuando lo tenía más o menos a tiro, otra vez caí. Al final y dando gracias a que Omar no iba muy fino. Victoria para David Castro, segundo Antonio Benito y tercero Benito Moreno

Hay que saber perder también, la moraleja de esta historia es: "Cuando tu madre te diga algo, hazla caso". Jajaja. También tengo que destacar un gran gesto de Benito, ya que me dijo que no le gustaba ganar así. Grande. Pero cada carrera es un mundo y hay que aceptar las circunstancias que la rodean. Hoy no fue mi día, habrá otros mejores. 

Llegada a meta. Compañerismo que no falte.
Ahora a recuperarme del todo y volver a entrenar como un animal. Me preocupa el tema de la rodilla, ya que no es nuevo, aunque sí la zona del dolor actual post-carrera.

Fotos: Conxip.

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