domingo, 6 de julio de 2014

Semana 34 - El pollo de Tudela

He escuchado cientos de veces que la suerte es una actitud, que si existe el karma, que la suerte se busca... Sobre esto tuve una charla con Nachete en el coche viniendo ayer desde Tudela y no nos conseguimos poner de acuerdo. 

Toda esta semana ha sido relativamente dura y todo enfocado a llegar al mejor estado de forma posible a Tudela, lo que supondría el último clasificatorio (que no oportunidad) de meterme, un año más, para el CE Élite de triatlón después de los fiascos de Fuente Álamo y la gran cagada de Vinarós

El Amazonas a su paso por Tudela. 
Mentiría si dijera que después de Vinarós no me he puesto a nadar como un animal y también mentiría si dijera que en las últimas tres semanas no he recuperado las mejores sensaciones de toda la temporada en el agua. ¿A costa de qué? Pues de correr algo menos. Esto no sólo por "nadar" sino porque desde Alcalá de Júcar he estado arrastrando molestias en diversas partes del pie por lo que he hecho más bici que otra cosa. Después de Alcalá sólo pude correr dos días antes del autonómico. Después del autonómico sí he podido meter algo más de volumen pero sin ser excesivo (aquellos 75km de invierno... ¡qué lejos quedan!). 

Así que era jugársela al triple sobre la bocina y confiar en nadar bien después de la inyección de moral de Alcalá y del Autonomías... Pero cosas del destino, viene un temporal del copón en pleno mes de julio y se pone a llover como si no hubiera un mañana, tampoco le das mucha importancia hasta que el viernes ves en las noticias cómo está Pamplona del agua, y claro, te da por meterte en la web de la Federación Navarra de Triatlón "a ver qué pasa"

Resulta que suspenden el tri por el estado del Ebro y lo ponen como duatlón. Cosa que a priori me beneficiaba (y no era a mí al que más) pero visto el poco volumen a pie y lo bien que me encontraba nadando hace que surjan dudas. Y más dudas, porque que un duatlón dé plazas para un Cto de España Élite de Triatlón Olímpica debe ser más o menos como si jugamos a la petanca, así que a 24h de la competición no sabíamos si las plazas las moverían a otro triatlón o las mantendrías. El revuelo ha sido minino (y todos sabemos que con razón). 

De la lluvia al calor. Ayer conocimos de primera mano cómo se las gasta la "fresca" tudelana. Correr un duatlón a las 5.30 de la tarde, con el buche reventón (otra cagada de novato, comer a las 3 y correr a esa hora pensando que era una hora más tarde). Nos tuvieron 5' esperando en boxes bajo el sol antes de dar la salida. 

Y aquí es cuando ves irse el tren a la gloria....
Primer kilómetro por aslfato, los pies empiezan a arder pero piensas que se irá esa sensación dentro de poco. Pero te equivocas. El ritmo no es alto y me coloco escondidito en modo "ahorro". Los pies siguen molestando y la sensación es cada vez peor y más dolorosa. Cada giro es un suplicio y comienzo a pasarlo mal más que por el ritmo por no poder pisar bien y perder cualquier tipo de economía de carrera, aún así aguanto en el grupete hasta la T1 donde entro último y salgo igual. Cojo el grupo y al ponerme las zapatillas confirmo que llevo los pies cocidos y llenos de ampollas. Me cuesta hasta pedalear. No voy cómodo en ningún momento. 22km en grupo pasando a relevos, muchos de ellos son de peseta, gastando lo mínimo para intentar hacer una T2 decente, aunque sabiendo el dolor en bici me doy cuenta que será muy muy difícil hacerlo dignamente. Todo tranquilo hasta los últimos 2km donde dos palos, uno de Rojas y otro de Muller me hacen apretar un poco más de la cuenta. El de Muller es especialmente doloroso, Javi se queda un poco en tierra de nadie y tengo que salir a enlazar... Ese es el punto en el que sabes que no tienes nada que hacer. La T2 me parece que se hace sobre cristales, un dolor indescriptible. Los primeros 500m de carrera son igual de dolorosos. Intentas autoengañarte diciendo que era peor correr sin zapatillas pero no funciona. El podio se escapa sin que puedas hacer absolutamente nada y sólo te queda remontar hasta una plaza digna. en meta. Con más pena que gloria

Sobra decir que ayer estaba cojo y hoy, cuarto y mitad de lo mismo. Hoy tocó descansar pero debe ser que la cabeza quiere nadar porque me estoy pensando seriamente lo de inscribirme a Pareja. La cuestión es si las ampollas piensan lo mismo. Tengo 24h para pensarlo. Si voy, será más como una competición con carga que con la intención de ir a disputarlo. El ranking regional está perdidísimo desde hace tiempo y no voy a puntuar ni en el mínimo de pruebas para entrar dentro. 
Cuando sea tri hay que volver, la organización de 10. 

Del resto de la semana, hay poco que contar, todo ha salido bastante bien, cumpliendo todos los entrenos y contento con los tiempos, sensaciones y sin parar en todo el día. 

¡A pensar...! 

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