domingo, 12 de junio de 2016

Movimientos

Después del fiasco del campeonato de España nos fuimos a la Copa del Rey de triatlón y al Campeonato de España de tri por relevos a Pontevedra, donde acusamos mucho el correr con lluvia durante todo el recorrido en la primera jornada, y donde sólo pudimos ser los 19º en meta. Sin embargo, al día siguiente en el relevo salió un día mejor, sin lluvia, y conseguimos ser 9º pese a incidentes técnicos.

A ésta última competición le siguió una semana de descanso, donde tan sólo hice una sesión de gym y unos cacos. Es el primer año que hago esto, y creo que los dos años anteriores he acabado tan jodido (entre otras cosas) por no hacer éste
pequeño parón.

Tras esa semana de recuperación, volví con otra semana más ligera, con dobles sesiones pero también con dos días de descanso. Alguna serie más larga de lo normal y a ritmos más tranquilos, para darle introducción a la tercera semana, ya de carga, y de vuelta a la normalidad de los entrenamientos.

En general, todo marcha bastante bien. Ahora estoy metiendo algunos kilómetros con la cabra (o el cabrito) para ir acostumbrándome a los tris sin drafting que hay a la vista, Pareja y Cuenca. Para el primero faltan dos semanas, aunque tengo una deuda pendiente desde el año pasado. Ahí fue donde empezó mi calvario y donde me lesioné a nivel muscular, al final una cosa derivó en otra, y sumándole la mala suerte, obtenemos que la segunda parte de la temporada me arrastré. 

Para el segundo, vendré, en principio, después de 15 días de entrenamiento en los Alpes, así que cruzaremos los dedos para estar competitivos y darlo todo, ya que es el regional de triatlón olímpico.

¡Seguimos en la brecha!

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