domingo, 7 de diciembre de 2008

Psicología de Masas

De nuevo ha venido la lluvia, de nuevo se cancelan quedadas y entrenamientos o se sustituyen por otros alternativos, la bici colgada en la terraza, la lluvia cae y el alma se empapa. No sé si será por la lluvia o por ese pesimismo que te produce ver la lluvia caer, que uno se plantea el porqué de las cosas. Por H o por B, hay actos que son incomprensibles ante mis ojos, pero como decía Pascal siglos atrás El corazón tiene razones que la razón no entiende. Quizás fuera lo mejor dejar la búsqueda en la frase del siglo XVII, pero tal vez con algunas preguntas nos daríamos cuenta de a qué me refiero exactamente. Y es que, como enunciaba el anuncio de Aquarius, El ser humano es extraordinario - entendiendo el doble sentido de la frase, tanto para bien como para mal. Pero centrándonos ya en lo que quería decir... ¿qué nos lleva a odiar? ¿y a amar? ¿por qué hay personas que perdonan y otras que no? ¿por qué cuando la cagamos al final acabamos cagándola otra vez de la misma manera que la primera? ¿qué impulsa al ser humano a amar? ¿hormonas y feromonas? ¿simple gusto? ¿coincidencia en la personalidad? ¿percepciones de belleza? ¿simpatía? No lo sé, hay demasiadas preguntas y ninguna respuesta.
Puede que la respuesta se halle en la psicología, pero ¿qué ha hecho que tengamos nuestra propia percepción de psicología? ¿Fue una impronta de la educación? ¿hechos de la infancia? ¿influencias familiares? Entonces, como las circunstancias que han rodeado nuestras vidas han sido diferentes tendría que haber infinitas personalidades, pero la pura verdad es que al final todas las personalidades se acaban restringiendo a los mismos patrones de comportamiento humano. Y esos comportamientos son motivados por las mismas razones siempre: envidia, celos, desconfianza... La razón debe de ser otra, quizás la razón de que nuestro comportamiento sea muy parecido sea el resultado de querer establecer la igualdad entre todos y no la distinción entre los seres humanos. Ojo, no es lo mismo la igualdad en derechos, que la igualdad del pensamiento, la unicidad del pensamiento nos hace manejables y éste es el fallo que hace que todos nos comportemos al final como bestias pardas. Todo se resume a que somos animales, con 2 neuronas más que el resto de mamíferos que en ocasiones nos hacen más mal que bien, la sangre es caliente, el animal también, y mezclar esos dos factores con el raciocinio es casi imposible. Para ser lo primero se prescinde de lo segundo, y viceversa. Siempre hay un momento en el que el animal deja de serlo y comienza a pensar. Es en este momento cuando añoramos lo perdido y queremos recuperarlo. A veces demasiado tarde, otras se puede recuperar. La cuestión es si se recupera, y si es para volver a comenter los mismo errores. En este sentido el refranero popular nos refresca El hombre es el único animal que tropieza dos veces con la misma piedra. Negar lo evidente siempre ha sido nuestro fuerte, aunque la verdad acaba brotando y golpeando como un puño. Al final se tira la toalla, y la consecuencia es que realmente se deja de creer en el ser humano. Todo tiene un precio, lo que en realidad no sabes... es cuál es el tuyo.

* * *

Después de casi fallecer en los test del viernes por la mañana en la piscina, de 200 y 400, bajando ambas marcas pero casi yendo con los peces en el 400 (5'24'') y un poco en los últimos 25 del 200 (2'28'') salí de la piscina mareado y todo, comí y me vine para Talavera. La tarde fue mínimamente productiva y me quedé dormido mientras los Colorado Avalanches barrían a los Minesota Wild en la Stanley Coup de la NHL norteamericana. El sábado por la mañana el despertador sonó a las 8 de la mañana, y a las 9 corriendo. 4x1000 de cuestas descansando 1'15'' con las terroríficas acabas de P. y gallos como David Arroyo, Luis Rincón, Sergio Herrero y otros más en mi grupo. La verdad es que después de la de Zocodover, se me hizo menos duro además la compañía quitar carga psicológica. A las 11.30 bici con los de la grupeta habitual: Susi, Ricky, P., Andresito y la compañía de Sergio y Álvaro Bautista. Creo que después de casi 20 días sin coger la bici meterse 2 horitas con estos animales... no es recomendable. Así que entre las cuestas de horas antes, el terreno, el aire y los animales llegué calentito con una media de... ¡29.64kmph! Pero como es demasiado bonito para ser un finde normal, hoy la campana sonó a las 9 de la mañana y al alzar la persiana comprobé amargamente que llovía... Todo el día lloviendo... y lo peor es que para mañana pronostican mal (y lo peor de todo es que mañana tengo la comunión de mis primas... ¬¬).

Por suerte el sábado me dejó los buenos recuerdos de las risas y las conversaciones con los talaveranos-madrileños, como Pata o Miwe. Y para casos especiales el de Angelillo, el de Jaén, que sus historias hacen que sea un especimen a estudiar. Jajaja.

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