miércoles, 27 de agosto de 2008

De triatleta a albañil

Y el mundo es cruel, claramente. Después de haberme dejao' los lomos, y los codos también, estudiando todo el puto curso más la selectividad pensaba que mi verano sería sabático total... Una vez más, me equivocaba, y esta vez, con creces. Después de las vueltas que me hicieron dar los mamones de la universidad con tarjeta de estudiante, matrícula, prematrícula y el copón bendito y de pensar "ya tengo todo hecho" me di cuenta de que no todo estaba hecho. Y así fue que el tiempo fue pasando... y pasando... y pasando... y nadie hacía nada para los arreglos de la boda de mi prima. Entonces... ¿de quién echamos mano? Del más pringao'. El Dani. Cojonudo. La primera semana fue mostruosa intentando compaginar entrenos, competis y curro. Bueno "curro", ¿eso no era remunerado? Ah... que en los trabajos se cobra y eso... entonces esto no es un trabajo, es un marrón. De 9 a 2, de lunes a viernes, bueno, no está mal, además siempre está bien "echar una mano"... Claaaaaaaaaaaaaaaaro. Y entonces ¿por qué no vienen otras personas que tienen el puto día libre? ¿Por qué siempre pringamos los mismos y luego no se nos tiene en cuenta? ¿Por qué...? Demasiadas preguntas y ninguna respuesta. Encima con impedimentos: pintura con cuentagotas, calidad cero, brochas más duras que el copón, rodillos limitados, disolvente escaso, escaleras cojas... por lo menos no he escuchado ninguna queja... que si llega a ser al revés... los mando a todos a tomar por el culo.

Pero bueno, exceptuando lo de la escalera, diríamos que pintor o peón de albañil (según el día) no es un trabajo peligroso... aaaah... vaaaaale. Unos cojones como el caballo de Espartero. ¿A quién le toca pintar la parte de las cerchas que van por detrás de las chapas y donde no cabe la escalera...? En efecto. Un pie apoyado en una especie de barra de unos 4 cm de ancho, la otra en el talud de tierra, un cubo de pintura en una mano y en la otra la brocha, por debajo de mí casi 3 metros de caída... con un par de pelotas. Sin embargo creo que lo peor, no es ese riesgo, sino los dolores de espalda que desde hace casi una semana tengo en la parte izquierda de la espalda. Son dolores transitorios, hay días que sí y hay días que no. Normalmente la mayoría de los días suele ser que sí. Pero bueno, por lo menos me la jodó pintando una barandilla por debajo a ras de suelo... porque hoy he tenido que pintar una barra por debajo... a 2 metros y medio del suelo, de la misma manera que antes, con la pierna en el talud y bla bla bla. Quedan 10 días para la boda y ya los nervios afloran en todo cristo, menos en mí. Bastante tengo con mi día a día como para pensar en lo que queda por venir. Llevo un par de días muerto en vida, a las 8 diana, 9 al corte a las 2.15 en casa, a las 3.10 he acabao' de comer, 4 autoescuela, 5.30 pa casa, 5.50 café en ka Guti, 6.15 prácticas, 8 en casa... vaya ritmito. Estoy fundamentalmente hasta los cojones y eso que todavía no me he puesto el chaqué con el calor que va a hacer... Lo que quiero es que venga la semana que viene ya... estoy cansado, esta noche toca un tripi, relajante muscular, porque me duele hasta el alma. Eso de hacer de pintor-mono no es recomendable pa' la salud... y menos si es gratis... habrá que esperar a la segunda quincena de septiembre para el regreso del triatleta y la despedida del albañil... demasiado tiempo... tal vez...

Hasta entonces medio a plan, comidas fuertes, cenas ligeras, bocata de las 11 y desyuno normal, desgaste físico 90% diario, estado mental 40%, cansancio acumulado... no tiene porcentaje.

2 comentarios:

Pilar Pecci Lloret dijo...

Bueno uzbe con calma, ya queda menos! y la proxima vez ni aunq te paguen xD

Pilar Pecci Lloret dijo...

el de la primera foto a la derecha abajo, es ernesto? xD tiene cara de niño pequeñoo