domingo, 4 de enero de 2009

Sufrimiento

Toni Cendón escribía hace algunos días en su blog sobre la satisfacción que un triatleta sufre tras un entrenamiento duro o tras los cinco primeros minutos del calentamiento en los que piensas si realmente merece la pena moverse porque tu cuerpo te dice que no le apetece moverse. Es totalmente cierto. Pero a veces ya no es algo físico, la fatiga muscular, sino más bien psicológico, y te mina mucho más que el cansancio. Un ejemplo bastante claro se produce ahora en vacaciones, que vamos, también vaya mierda de nombre si tengo que estudiar como un desgraciado (por cierto que ya va siendo hora de ponerse en serio). Las ganas de estudiar son mínimas, por no decir que no existen, pero es que ¿A quién en su sano juicio le apetecería estudiar después de 3 horas de bici o 5x1000 fartlek+4100 de natación? Pero vuelvo al tema del cansancio psicológico, porque cuando vas a entrenar y ves en la pizarra de natación: 2x400 palas + 400 + 300 + 200 + 100 AEM piensas... ¿quién cojones me mandaría...? Eso o cuando después de entrenar te dicen mañana a las 10 para hacer 3 horas de bici o a las 9.15 en los Arcos para hacer cuestas. Y ya la rehostia fue cuando se escuchó que el día de Reyes se entrenaba... Bueno, será mi último día con cojones en este mundo antes de que me los corten, pero espero acabar pronto y que mis padres se levanten tarde porque si no, jodido lo veo.

Entre medias tenemos el fin de las vacaciones, el día 7 piro para Toledo y dudo mucho de que pueda entrenar el 7, 8 y 9. Es más, estoy pensando en quedarme en la Residencia ese finde porque estoy viendo que como venga aquí no voy a hacer ni el huevo y me van a petar el culo en los exámenes, y siendo sinceros, ganas de que me dejen el culo como un bebedero de patos, las justas. Y 2009 es otro año en el que tampoco voy a ir a las pruebas de tecnificación ya que voy a tener dos semanas intensivas de exámenes y de entrenamiento mínimo. Parece que cogen las mejores fechas para los Campeonatos y las Pruebas, siempre igual.

Hoy fue un día de esos eternos y algo ásperos con 3 horas de bici que me hacían sentir que iba a pegar un peo' bastante fino por la casi poca bici acumulada en el mes de diciembre, pero bueno, sobreviví. Al aire, a las cuestas, al cansancio acumulado, al psicópata de Ferny dando relevos como una mala alimaña, al sueño de madrugar, al frío y a las pájaras, aunque al final ya empezaba a sentir la proximidad de una de ellas. Por suerte en esta tirada de 2h52' y 81km de distancia con un triple bucle de los cuales hicimos 2 hubo una parada obligatoria en la pastelería Esteban en Castillo de Bayuela para reponer fuerzas con cocacola y palmeras o donuts de chocolate tras la larga subida. En la bajada a 70kmph se mezclaba el calor de la adrenalina con el frío estepario de nuestra comarca. Y poco después vinieron las series y relevos en los que tras un tirón de Andresito que más que tirón tenía la categoría de palo (+6kmph del golpe) me reventé, además hay que sumarle que en mi relevo tuve que subir un repechín de mierda que me pareció el puto infierno y que hizo que empezaran a salir chispas de mis piernas, pero al fin llegamos a Talavera algo después de la 1 del mediodía... y mañana... ¡MÁS!

No hay comentarios: