sábado, 31 de mayo de 2014

Interludio III - Lo que vienen siendo días de mierda

(Voy a utilizar toda la ironía y sarcasmo posible en el siguiente post...)

Hay semanas en las que, quizás por avatares incompresibles del destino, no sirve aplicar con mano firme o suave los principios de entrenamiento, las reglas fisiológicas o cualquier tipo de estrategia motivacional. 

Lunes y martes fueron "días basura" con la mano totalmente hinchada sin poder doblarla. Lunes descanso y martes un rodaje "a mi rollo" sin mirar el reloj nada más que al final para hacer 1h15' y 18km con la subida a la Labranza y cuestas por el Bosque Mágico, cansancio a tutiplen, eso sí. 

El miércoles "pude" nadar. Entre dolores y viendo cómo la costra se reblandecía y se quedaba de aquella manera (esto es tónica durante la semana) y un poco de bici (1h50' con una subida hasta la Rotonda del Real). 

El jueves fue uno de esos días en los que Murphy se explayó el pedazo de cabr*n y no hubo manera de meterle mano. Sesión de natación, mal el líneas generales, con un chasquido indigno del recto femoral derecho y molestias (y posible contractura, aunque esto lo determinará el fisio el lunes). Al salir del agua sesión dura de abdominales y por la tarde a la pista a hacer un 7x1k/1' "ritmo 10k". Entre medias decides que estás tan jodido que te vas a echar 30' de microsiesta, pero cuando llevas 10' te llaman al móvil (tu abuelo, que debe ser que tenía muchas cosas que hacer el resto del día y por eso te llama a las 16.20). La idea era hacer 4 por fuera de la pista y 3 por dentro, intentando un 3'10"-3'12". Empiezas y te notas cansado, marcas los dos primeros en 12" y en el tercero te hincas un pedrolo en el metatarsiano derecho que ves las estrellas y te obliga a parar. De ahí en adelante angustia y dolor, mucho dolor, aunque me metí por la pista, los últimos 300 de cada 1k eran muy muy dolorosos. Y de 3'10" estimado te vas a 3'14" con una FCMáx de 166

Ya el remate te lo dan en casa cuando te dicen que tienes que llevar a tu hermana el sábado a Toledo a hacer un examen (y tiene que estar allí a las 9 de la mañana). 

Viernes natación por la mañana. No te apetece una mierda tirarte a nadar pero es un entreno de 24x100, bueno son cienes pero joder, son 24. Al final resulta que estás hecho una patata pero los tiempos salen casi mejor que otras semanas. No lo entiendes. Pero acabas satisfecho. Te vas al gym, entrenas, vuelves a hacer los abdominales porque esta semana el objetivo es fatigar el "core" e ir nadando como un corchopan. Sudas como un gorrino con los isométricos pero te sientes "realizado" y piensas "joder, no estoy tan mal". Luego quedas con Samu para hacer 3h "suaves" y cuando llevas 20' te dice, "¿Empezamos las series?". Es entonces cuando tu cara se transforma en un poema con una gota de sudor encima de la ceja y con miedo preguntas "¿Cuántas, de cuánto y con cuánto?". 10x10' marcheta +5'suave rec

 [Marcheta: Ritmo de ir acoplado en cabra durante bastante tiempo e ir dando por culo al personal pestoseando] 

Ahora es la cara de Trol la que aparece delante de la cara de Samu. Piensas, "Bueno, pues yo a rueda y seguro que aguanto". Al acabar la primera serie notas que algo se muere dentro de ti y te ves obligado a hacer un pit stop de emergencia y soltar el demonio que llevas dentro. Te vuelves a montar, te metes 10' a todo rabo para recortarle. Empieza la 3ra serie... Miras el pulsómetro, 142 ppm y bajando... Aquí hay algo raro... Y así hasta la 6ª donde todo va relativamente correcto, salvo porque el agua empieza a escasear y el viento pasa de pegar de costado a darte de jeta. La 7ª y la 8ª serie son clavos para tu ataud, sin pasar de 30 kmph y atufadísimo, medio cuesta arriba y tirando, porque es el único terreno donde la cabra no tiene ventaja. El agua se acaba, ya sólo quedan las babillas y dos series. La 9ª la aguantas. La 10ª revientas y acabas justo en una pequeña bajada: recto Talavera, derecha gasolinera. La elección es clara: una cocacola de un litro casi de trago. Llegas a casa con 3h y 33 de media, un pulso medio de 126 y una FCMáx de 149 (y en subida).



Este momento es casi poético y bohemio porque piensas "me han roto el corazón" (o directamente dudas si lo tienes). 

Luego te llaman para ir de pinchos y te animas, te echas un par de birras y luego tus colegas te llevan al Colmaditos, donde la Estrella Damn es peor que el agua de fregar. Sabiendo eso te tomas un par de botellines en casi dos horas. 

Te vuelves a casa porque mañana te toca madrugar y has quedado con Óscar para hacer multitransis en Toledo mientras tu hermana se examina. Te metes en la cama y es la 1 am. Te pones a dar vueltas en la cama y a comer techo. Parece que la han echado guaraná a la puta cerveza. Ya son las 3.20 am y estás hasta los cojones de todo. Comes algo. Te acuestas. Te vuelves a despertar, son las 6.20 am. "Ya puestos desayuno y me vuelvo a dormir". Una hora después estás levantándote de nuevo. Viaje, bici, macuto.

Entrenas. Estás "inflao'" pero el cuerpo responde. Tienes un ardor extraño estomacal, como cuando sales y te bebes hasta el agua de los floreros. No tiene sentido ninguno, ayer acabaste jodido, no has descansado casi... Haces un 1500 después de calentar en 4'41" y relativamente fácil. Cambias a la bici. Vuelves a bajarte. Otro 1500, este más rápido, pasando el 1k en 2'58" y acabando en 4'31". Sueltas. Te duchas y vistes en el CAR de la Avda de Europa... Empiezas a notarte de mal humor... 

Comes, vuelves al coche, viaje de vuelta. Comentas con el Melón "ya me toca conducir hasta los findes que no hay competi, primo". Llegas a casa "me voy a echar una siesta de pijama y orinal". Iluso. Llevas 40' dormido y te despiertas, ya no eres capaz de volver a dormirte. Tienes un millón de pensamientos en la cabeza y ninguno bueno. Te despiertas. Meriendas porque la comida no fue abundante. Te vas a nadar de la mano con tu pachorra. Las patas te duelen y piensas "Quién cojones me mandaría a mí...".

Calientas. Después de 1000 metros la mano te empieza a doler. Venga joder, si sólo son 5x300 y 12x50 EI, esto es pan comido, si entrenaras con el CTE esto sería una sesión suave. Y nadas. Miras el crono con resignación pero los tiempos salen. Te tomas el pulso. No sube, igual que ayer y anteayer. Vas en A2 a 22 (132) y el A3 en 25 (150). Repites la frase de ayer, "me han roto el corazón". Acabas y vuelves a la colchoneta a castigar el abdomen, vuelves a chorrear como un gorrino con los isométricos..
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Entonces, y sólo entonces, es cuando te llega alguna buena noticia por Whatsapp de los deportistas que entrenas... (y esto os lo contaré mañana cuando tenga todos los resultados). 

Desde aquí darle las gracias a Óscar por esas charlas y ese entreno que nos hemos pegado, que ya se echaba en falta cambiar de aires y una conversación amena. 

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