jueves, 26 de julio de 2007

Enjoy your Freedom

Se acabaron las eternas noches de comerse el tarro, de dar vueltas en la cama pensando el por qué de las cosas irracionales, noches envueltas en sudor y sueños imposibles de realizar, de bonitas utopías incogniscibles por alguien que no fuera yo. Todo se evaporó, ni si quiera quise mantener el recuerdo, preferí olvidarlo todo y sacar la moraleja: "No se puede ser bueno... hay que ser un cabrón", quizás a algunos, los más romanticones y melosos, les parezca que lo que acabo de soltar es una tropelía... ilusos... yo antes fui uno de ellos, pero como siempre, los palos (y ahora no hablo del ciclismo ni de las competiciones) nos hacen madurar como personas y avanzar o retroceder (para lo más débiles), distinguir la realidad de los mundos ficticiones y risueños de los crudamente reales, de esos que duelen y te despiertan del empane mental que poseías cuando veías que la vida "era bonita". Todo se acabó, y precisamente, el malo de la película no lo fue esta vez, quizás el que teóricamente debería ser el "malo" fue "demasiado bueno", tragó demasiada mierda...¿para qué? para nada, porque al final todo se fue, inevitablemente, al garete.


Al final uno busca refugio, na' y tampoco hacía falta decir refugio, uno busca su afán de superación personal: dar pedales con rabia para crecer cada día como persona y como atleta, nadar superando el límite de tus pulsaciones, intentar que bajen sin que decrezca el ritmo de las brazadas, correr como un gamo con el simple objetivo de adelantar a los rivales y finalmente alcanzar la Paz Interior, casi una fusión del cuerpo con la mente, llegar al equilibrio mental y físico a la vez. Lograr la más inhóspita de las serenidades, ser capaz de controlar hasta el último resquicio de ira y de odio que aflore ocasionalmente de tu interior, en fin, llegar a la realización completa como ser humano, sabiendo perdonar pero jamás olvidar.


Ahora me queda tan sólo eso, mi propio ego y afán de superación, el no doblar jamás el codo, nunca tirar la toalla, llevar al cuerpo hasta su propio límite físico si es completamente necesario y finalmente regodear el éxito conseguido ante aquellos que no ofrecieron por tí un duro. Tras esto solo decir que ahora nada me distraerá de los entrenamientos, la concentración será máxima, las distracciones mínimas, en la mente sólo un objetivo: vencer (a cuantos más mejor). Volaré en las alas de la libertad, nada me atará, nada me retendrá, nada podrá conmigo (bueno tal vez unos vientos huracanados sí), las cadenas que me unían a la tierra se romperán y volaré sobre el asfalto...una vez más, con la misma ilusión que un niño chico espera sus regalos el día de reyes yo esperaré las competiciones.
Eso por la parte deportiva del asunto, por la parte sentimental (que ahora me da asco) he decidido que el Dani Bueno ha muerto y ha dado paso al Dani Cabrón, se acabaron las contemplaciones, los sentimientos de lástima, una nueva etapa se inicia en mi vida, más centrada en el vivir día a día que en el hacer estúpidos planes de futuro que luego no llegarán a realizarse nunca, las heridas te hacen aprender: no sirve ser bueno, no lleva a ninguna parte, lo único que genera son quebraderos de cabeza; así que, como bien decían los Aguaverdianos Shinfu y Nacho: "A echar fichas..."(xDDD), pero cada finde, y a ser posible con distintas (Teoría de Pablo [el Turolense]). ¿Dolor? ¡Que va! Eso está hecho para los flojos, ahora, con paso decidido se hará lo que se pueda (o lo que se dejen hacer), creo que anoche fue la noche que mejor he dormido en un par de semanas, la mente en blanco... perfecto solo era cerrar los ojos y dormir.

1 comentario:

shinfu dijo...

si metes la ficha ponte el gorro que el bicho muerde.

Además más que ser malo o bueno, creo que es mejor no oler las flores tanto y echar cohetes más a menudo.. xDDD