Llegó el "¿fatídico día"? -no sé si denominarlo así, por una parte sí merece este apelativo, por otra parte... también, pero no tanto. El despertador sonó a las 6.45 y lo apagué, había teniado un sueño maravilloso (os vais a quedar con las ganas de saber cuál es), no quería despertar pero la estridente melodía del móvil me dio un par de dosis de realidad, lo apagué y seguí durmiendo, 15 minutos más tarde empezó a sonar la alarma del reloj y entonces sí desperté.
Arreglao' a las 7.25 y esperando sentado en el sofá hasta las 8.45 que salimos (con retraso obviamente) de casa. Al final llegamos al pueblo a sobre las 10.30 o así, antes paramos a las 10 a comer algo, montao' de lomo y plato jamón. Luego lo peor fue al lelgar al pueblo, to' Cristo saludándome, "así que tu eres el hijo de la Prados", yo asentía sin tener ni puta idea de quién me saludaba ni que lazo familiar nos unía. Luego me fui con el primo segundo Edu a cruzar el río, que debería andar entre los 170 metros o así, el agua limpita, clara, sin olor, sin sabor, NI ALGAS, eso sí, con unas peazo' piedras que lo flipas.
Después, ya por la tarde me subí a nadar a la piscina después de comer, a hacer mis series, necesito estar a tope para Alcázar, quiero esa plaza con la Selección, aunque después de mis tres semanas de parón... dudo mucho conseguirla, no me encuentro mal, pero no llega a ser como en Madrid. De todas formas no me faltan ganas, pienso darlo todo, si hace falta, vomitar al entrar a meta como me pasó en Madrid cuando Mula me apretó las tuercas.
Luego las abdominales al bajar sobre las ocho, cuando ya iban bien cocidos Isi, Nacho y My Father.
La fiesta más de lo mismo, siguieron igual o incluso más cocidos, tanto que mi padre me dijo que me echara un cubata con él, no me apetecía pero bueno, me lo eché y las 2.30 ya estaba que no podía ni con mi alma así que me piré a dormir. Me costaba dormir, los pensamientos me atormentaban, las dudas afloraban, la parte desconfiada de mí se hacía más fuerte y la buena menguaba cada vez más rápido, pero bueno, eran paranoias mías sin sentido-o por lo menos eso pienso-.
El día siguiente amaneció, salí a correr y me di cuenta que el término "llano" no existe en el pueblo, me fui a correr por un camino de tierra, el sol apretaba y lo tomé como una jornada de adaptación al calor, sin embargo, al llegar a un recodo me llegó una sensación de inquietud, como si alguien me vigilara desde alguna parte del monte, quizás sólo fuese una impresión, del aburrimiento y el calor, el cuerpo hace extraños... o tal vez hubiese algo entre la espesura, eso de seguro no lo sabré jamás. Volví al pueblo y saqué fotos a las flores de la iglesia, depués a comer y más tarde a soportar la murga de Miguelito, que tío más pesao' la Virgen!!!.
Luego la boda, que pasé las de Caín, que sudores Dios mío, luego en la cena, que me pusieron en una mesa en la que no conocía a ni Dios, bueno a Patri, pero de hace 4 años, cuando estuve en el
Town por última vez, pero vamos, la cosa fue, estos son tus primos segundos y yo, eeeeeeh, ah, sí bien, way, ¿hola?. Al principio mazo de palo luego un poco mejor pero vamos, llego a ser un poco más vergonzoso (es una cosa que estoy intentando dejar de lado porque sé que no sirve para nada) y allí me quedo. La comida, bueno, el primer plato era tan bonito que consideré un crimen tocarlo, así que lo dejé tal cual, el segundo el rape, que había algún trozo que sabía a rayos y la paletilla de cordero que era como comerte la suela de un zapato, más seco que na'.
Por fin ayer regresé a la civilización, con cobertura a tope, puediendo llamar y mandar mensajes sin necesidad de salir del pueblo, volviendo a estar en el Msn, escribiendo en el blog o simplemente con la música.
Ahora me espera la vuelta a la rutina, seguir entrenando... seguir soñando... con el espíritu inocente de un niño y el afán de superación sólo propio del Triatlón.
[•Ðдиїєl•тζиĐ•]
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