miércoles, 1 de agosto de 2007

Odÿseas

Ayer decidimos subir al Piélago con la bici y esta mañana lo hicimos, no puede decirse que no hubo anécdota, porque si no, sería impropio de mí.

La mañana empezó prontito a las 7.30, me levanté me vestí y me bajé a por unos churritos, que había que empezar el día con ganas. Me desayuné tres porritas y dos tazas de leche fresquita con Nesquick. Luego me puse a ver la tele un ratillo esperando el reloj biológico...pero nada, así que me fui a poner las lentillas. Tras un par de intentos decidí tirarlas a la basura, ya que tenían unos cuantos usos y me puse las nuevas sin problemas.

Llegó la hora de vestirse y vino la intrínseca decisión: ¿negro con naranja pega? ¿y con azul? Nada, quería ponerme yo el culotte del Madeinox (naranja fosforito) pero como quedaba que parecía la bandera del orgullo gay decidí ponerme el Nakamura y el maillot del Lidl (sí, el cutre que cuando le compré me quedaba 2 tallas grandes)... lamentablemente sabía que iba a ser un horno, todo era negro. Más que por la estética decidí el maillot por los bolsillos, para, como dice Mula "cargar las alforjas".


A las nueve menos algo salía de mi casa y pasaba con cuidado por la plaza del chicle, que tenía los aspersores puesto e hizo que me llenara de mierda las piernas. Llendo hacia el Gitanillo me encontró Aldana y fuimos juntos hasta el punto de reunión. Eran ya y cinco y nada más que nosotros dos allí, Andresito le dimos por descartao', que lo de madrugar y sacrificarse no va con él. Pero Mula... le llamamos y el pedazo de cabrón se había quedado dormido y nos dijo que nos cogería más adelante. Tiramos hasta Cervera afrontando ya el primer repecho serio de la jornada y allí le esperamos, sentados en un banco. Al cabo de los 15 minutos o así apareció y proseguimos hacia Marrupe. Llendo a Marrupe con los repechos y la parte más asquerosa del recorrido se empezó a notar el cansancio en las piernas del día anterior, pasamos marrupe y entonces... pinchazo: Aldana a reparar. Lo que no sabíamos al empezar es que nos llevaría casi una hora. Con la primera cámara hubo problemas al meter la válvula porque era de las cortas y su llanta tiene perfil, una vez puesta, comenzó a hinchar y se dobló la válvula, no cogía aire... 0/1. Segunda intentona, se cambia se infla y cuando se monta pierde todo el aire, estaba mal reparada... 0/2. Y ya a la tercera y vencida por fin funcionó 1/3. Por suerte teníamos las coñas con las cámaras: "Pues si la mueves en plan Cocodrilo Dandee aparece Cabeza al rescate..." Me meaba de la risa.



Por fin reanudamos la marcha y llegamos a Navamorcuende, con los otros dos cabrones dando palos antes de llegar al cartel de entrada al pueblo. Preguntaron a un vejete que estaba sobao' en un banco para llegar a un fuente, pero no entendimos ni papa. Empezamos a subir y saqué alguna foto cuando todavía no era el cansancio algo palpable y notorio. Las cuestas por el pinar, sol y sombra, sudor...mucho sudor, escurrise las cejas y salir 4 ó 5 gotas de sudor, jarreando por la barbilla y por la nariz y aquello que iba sólo por la mitad. La verdad es que no me subieron a toda hostia y con palos como esperaba, subí bastante bien, más agobiado porque el sudor no se me metiera en los ojos que por el esfuerzo de subir las cuestas, las pulsaciones, pues no sé iría a 160 o 170, no me encontré mal, más bien todo lo contrario, pero teniendo en cuenta que voy con dos borregos escaladores como son Mula y Aldana, me doy por satisfecho. En los últimos 800 metros pegaron un palo y yo seguí a mi ritmo. La cuesta se acabó y las fotos de rigor en la cima.



En el descenso disfruté como un niño chico, alguna curva un poco jodidilla, pero superable, miré para atrás y no venían ni Aldana ni Mula, lo que me pareció muy extraño así que seguí para adelante y los esperé cuando e acabó el descenso en una fuente justo antes de entrar al Real de San Vicente, resultó que a Mula se le había partido un radio de la rueda delantera. Una vez en el Real repusimos fuerzas los tres en una pastelería que había en una placita. Repetimos. Vuelta para Talavera por Castillo y San Román, volviendo a 30kmph después del atracón de cuestas. Y por fin, a la 1.15 o así llegamos a Talavera.


Esta tarde más y mejor en la piscina: palas y aletas.

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