lunes, 3 de septiembre de 2007

Rarezas

Desde hace algunos días no sé porqué pero no acabo de estar agusto conmigo mismo... hay momentos en los que sin comerlo ni beberlo me encuentro en un estado permanente de desasosiego espiritual, una extraña sensación, la misma que antaño, cuando era pequeño me invadía las tardes muertas de aquellos domingos de invierno en los que no había nada que hacer, un estado de pesimismo completo debido a las pocas horas de luz. Tal vez sea eso... los días se van acortando, las vacaciones van tocando a su fin y consigo el verano...tal vez sea que me faltan vitaminas...tal vez... hay veces en las que me pongo a pensar, pensar demasiado, pienso en la brevedad con que el hombre pisa la Tierra y a la vez la intensidad con que vive cada momento o con la que quizás debería vivirla... tal vez sea eso, como bien decía Ricardito, el regreso del bohemio que hay en mí, no sé explicarlo exactamente.

Encuentro jornadas de abatimiento, ganas de no hacer absolutamente nada, sólo tirarte en la cama y mira el techo, hundirte en un océano de inmensidad, que al final pretende ahogarte entre sus zarpas. Son días en los que hasta entrenar, sí entrenar, la cosa que más me relaja, se torna triste, oscura y hasta desalentadora. Miras atrás, ves días de sufrimiento, de esfuerzo, de sacrificio e intentas que ese espíritu se contagie, sin embargo, este hecho para que se produzca hace falta un milagro casi. Frente a la pantalla del ordenador, escuchando música y haciendo garabatos en una hoja sucia... piensas... tal vez me falte sueño, cuando tal vez lo que pase es que sobre, no encuentras tu norte... te preguntas ¿por qué? Pero sólo el silencio te responde.
Ves al resto de la gente, ya empiezan con su sedentarismo, empiezan a echar la típica barriguilla cervecera, piensas si el destino cambiaría si pararas, no obstante te obcecas... nunca seré como ellos, seré más que un simple mortal atado a un cuerpo carnal, porque sobretodo, lo que realmente cuenta en el deporte, especialmente en los que la soledad hace acto de presencia a menudo es la fortaleza mental, el no dar el brazo a torcer, superar el cansancio pero por encima de ello, el aburrimiento el más peligroso de nuestros enemigos.

En esto recuerdo las salidas que por A o por B he tenido que realizar sin compañía...solo...escuchando el vibrante ruidos de los platos, sintiendo las caricias del aire, superando el dolor, rompiendo a sudar. Es entonces cuando quieres que te vea el mundo, que te vean todos los que no apostaron por tí y decir Aquí estoy. Encuentras tan sólo fuerzas en algunos lejanos recuerdos... aquella única persona que te apoyó ya no está entre nosotros, una sensación nostálgica se apodera de tí, se humedecen los ojos, elevas la vista al cielo y perjuras: Por tí seguiré. Ahora, mis amigos más católicos me dirán ¿Tú? Si eres de tendencia atea. Tal vez un poco, no lo niego, pero no es algo que clames al cielo porque crees que existe, no, es algo que clamas al cielo para que todo el mundo lo oiga, para honrar su memoria. Pero no sólo esos recuerdos, también otros muchos, los cambios del antes al ahora. Cientos de kilómetros en las piernas mientras intentas poner en orden los incoherentes sentidos de una cabeza hueca y es que, tal y como afirmaba Shinfu, el cerebro tiende a autocastigarse.

Probablemente todo ésto haya salido por la sencilla y llana razón de que empiezas a tener colegas con curro, luego los hay que se van a hacer módulos y otros tantos a la Universidad...
La Universidad, que se dice pronto, te recuestas sobre la silla, elevas los brazos y dices: que lejos quedaba eso hace tan sólo unos míseros años... el tiempo pasa, no se puede negar, con sus cosas buenas y sus cosas malas, te hace crecer, no sólo a nivel biológico, sino también a nivel moral, maduras, e intentas que a los peques que te siguen no cometan los mismo errores que tú cometiste...cosa por otra parte, técnicamente imposible, la calle siempre nos enseñó de críos y adoctrinó mediante el reglamento autodidacta en su seno. En ocasiones piensa tan sólo en tí, te da igual todo y se tiene al individualismo y al egocentrismo aunque tarde o temprano sales de esa espiral... y entonces vuelves a ser el mismo.

Quizás toda esta parrafada en plan triatleta-filósofo sólo haya sido la mera consecuencia de no haber cumplido los planes que tu inquieta cabeza una vez maquinó cuál tela de araña. Tal vez sea que te siente mal que el tiempo te cambie, que te haga ser como no quieres ser pero debes, el querer contra el deber, la lógica contra el corazón...

1 comentario:

shinfu dijo...

La vida no es como te la imaginas, pero sin duda, el que puedas sacarle el jugo dependerá mucho de como te adaptes a lo nuevo. Ánimo. A mi me gusta mucho la frase "mañana más y mejor".

Todos los que se van dejan algo en los demás, es el milagro de la vida humana, no lo pierdas, saboreálo.

un abrazo.