Bien porque sí

El post de hoy será breve, fundamentalmente porque he estado casi una jodida hora y media intentando comprender la Derivación y tengo la cabeza como un bombo. Tan sólo quería comentar que hoy fue uno de esos días en los que no sabes por qué, pero te encuentras de putísima madre. El entreno de hoy fueron 2 horas de bici, casi justitas, a una media de +28kmph y luego una natación de 3400 metros en los leones.

Hoy era un día de optimismo, tal vez pueda ser por el cambio de hora, que si bien ayer me apachorraba hoy me despierta y activa. El sol brilla y corre una suave brisilla que invita al paseo y al relax, y cómo no, al entreno. La bici hoy... sesión de soledad, con mis temidos pensamientos en la cabeza, sin mirar el cuenta kilómetros para no saber la velocidad: no interesa, hoy es un día de sensaciones. El recorrido típico: Talavera - Canal - Cazalegas - Serranillos - San Román - Pepino - Canal - General - Talavera. Unos 54 kilometrillos a la entrada por el puente de la vía junto a la Granja Escuela. Cómo no, hubo anécdotas: para empezar un abejorro se me paró en la pierna cuando iba por el canal y con el ruido me acojoné. Después de bajar Cazalegas un puto tábano se fue paseando por el borde de mi casco. En Pepino me pegó un bicho una hostia de estas de ... "¡Zas! En toda la boca". Lo jodido del caso, aparte del daño, es que empecé a sangrar como un cochino por ambos labios (superior e inferior) y escocía como si te echaran sal. Por último, yendo por el canal con el aire en contra y adelantando a múltiples "Globbers" (no Troters) me crucé con Susi que venía enciscao' en los acoples con el aire de culo (¬¬).

En la natación a pies de Aldana, hoy me encontraba bien, no sé decir por qué, pero estaba eufórico... será el sol, que a todos nos cambia el humor. La temperatura agradable y los colores siempre alegres de la primavera siempre lo favorecen. Mañana supongo que me iré con Aldana para que se pasen de una jodida vez los dolores de patas (ya casi inexistentes) y seguir mejorando, día a día, pedalada tras pedalada, zancada tras zancada o brazada tras brazada. La perseverancia, el tesón y la constancia, las cualidades más necesarias en un triatleta.