viernes, 9 de mayo de 2008

Fuente Álamo (II) Noche y Nervios

Después de llegar, en un acto heróico, al albergue, después de soltar los macutos, maleta en mi caso, y de distrubuirnos en las habitaciones, bajamos a una especie de mini bar, por llamarlo de alguna manera, con lo que me quiero referir a una pequeña estancia con una barra y dos taburetes a comer. Allí se vio de todo: desde el clásico bocata de salchichón hasta el "tuper-ware" de explorador inglés modelo Livingstone de Recio. Todos comíamos, en parte con ansia, con unas conversaciones que a veces gozaban de una comicidad simiesca y gutural, bueno, todos menos Ricardito y Andrés que estuvieron esperando sus "bocatas de lomo" unos 15 o 20 minutos. Al final terminamos viendo la tele y riéndonos todos juntos tras llenar el buche. Luego cada uno a su habitación, en la nuestra éramos 8: Óscar, Aldana, Ricardito, Andreas, Mula, Alarza, Santi y yo. Y es en este momento en el que comienzan a brotar de mí unas tremendas aerofágicas (con olor pestilente incluído). Pero como soy un tipo considerado me salgo al pasillo, es entonces cuando los buenos pasan a ser pringaos' (por segunda vez) y me dejan fuera de la habitación mientras algún HIJO DE SATANÁS se dedica a empaparme el colchón... MUY GRACIOSO. Así que tuve que echar un par de mantas por encima para no dormir en un puto colchón mojao'. Pero mi venganza sería terrible, acababan de abrir la caja de Pandora (o una peste que a muchos hicieron desear la muerte, según se vea) y el siguiente fue dentro. Recuerdo que hasta escuché alguna que otra arcada y voces ahogadas en las almohadas. Me partí de risa como el mayor hijo de puta que ha pisado la Tierra. Más tarde se pusieron a dar por culo con la lucecita, que si la enciendo que si la apago y al final Ricardo se tuvo que poner en plan guarda jurado en medio de la habitación sentao' en una banqueta. Lo peor de la noche fue sin duda alguna dormir en una cama con un somier de madera y el cabrón del Óscar peleándose con la cama. Qué camellazos pegaba el tío, la madre que le parió, yo creo que se peleaba con ella o algo así porque tardaba como 40 segundos en coger la posición el muy...

Bueno, por fin amaneció, con Alarza dando por culo con la lucecita, así que le freí a almohadazos. Ducha en el albergue y a desayunar: tostadas, mantequilla, mermelada, zumo, leche, café... de todo un poco, para ser un albergue. Después a recoger macutos y... bueno, el reloj biológico es el reloj biológico no se puede negar. Después a soltar las perras para pagar el albergue (22 € por cabeza) y las fotos de rigor para la prensa y noticias.
El viaje a Fuente Álamo a ritmo del House de Mika, que a veces me mareaba, lo juro, hay canciones que sí que me gustan, pero particularmente la que estaba sonando la cogí tirria.
Llegamos a Fuente Álamo, fuimos a por los dorsales y demás farándula, más tarde a preparar las bicis para el transporte en los camiones de la organización. Estuvimos curioseando en la tienda que había allí de neoprenos y material triatlético en general. Jesús recuerdo que se compró el casco Spiuk del color de la selección española, creo que era el Nexion, pero no estoy seguro.

Después a esperar para comer, delante Mario Mola y Miguel Ángel Fidalgo, y fue cuando me pregunté ¿y éstos estaban inscritos? Porque no me sonaba haberlos visto en las listas más que nada. Bueno, la comida, la misma que el año pasado: pasta y filetes con patatas. Después de comer a coger las cosas para la prueba para ir a boxes de carrera a dejar las zapatillas... hacinados como los moros de los cayucos nos metimos en la Vito 16 personas, con las coñas de... si cabían 30 chinos en un mini...
Llegamos a boxes y soltamos las zapatillas, compramos agua y subimos al autobús para que nos llevara a la playa del Rihuete en Mazarrón. La ascensión al puerto y el consecuente descenso... los nervios a flor de piel, apenas quedaban dos horas para competir... lejos quedaban aquellos días... el lunes, con la cabeza ya pensando en Fuente Álamo... ahora habría que demostrar lo que habíamos estado gestando desde hacía meses: nuestra preparación como triatletas.

Bajamos del autobús y nos metimos en boxes, algunas bicis tenían las ruedas reventadas por efecto del calor, comenzamos a preparar todo y nos dijeron que teníamos que salir para que comprobaran los boxes. Todo para fuera y una lenta y larga cola, pasó tiempo hasta que por fin comprobaron nuestro material y licencia y pudimos accdeder a los boxes. Los nervios cada vez más a flor de piel. La brisa ligera y húmeda del mar soplaba... Una vez más comprobar el material, sí, está todo. Luego a calentar al mar. Ponerse el neopreno antes de entrar a la playa hubiese sido más que recomendable, pero en fin... son cosas que pasan. Calentamiento en unas frías aguas mediterráneas, olas... las Arena Panavision que no me ajustan y las tengo que cambiar por las Arena Venture... salen las chicas... a cámara de llamadas.
Fueron minutos largos, eternos, en los que podías perderte. Concentrarte y calmarte rodeado de otros 229 tíos no es fácil. Como siempre un par de oraciones de un agnóstico que no sabe si servirán o no, pero pa' por si acaso... Participantes a línea de salida... no hay marcha atrás, poco más de un minuto queda ya...

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