Bueno, por fin amaneció, con Alarza dando por culo con la lucecita, así que le freí a almohadazos. Ducha en el albergue y a desayunar: tostadas, mantequilla, mermelada, zumo, leche, café... de todo un poco, para ser un albergue. Después a recoger macutos y... bueno, el reloj biológico es el reloj biológico no se puede negar. Después a soltar las perras para pagar el albergue (22 € por cabeza) y las fotos de rigor para la prensa y noticias.
El viaje a Fuente Álamo a ritmo del House de Mika, que a veces me mareaba, lo juro, hay canciones que sí que me gustan, pero particularmente la que estaba sonando la cogí tirria.
Llegamos a Fuente Álamo, fuimos a por los dorsales y demás farándula, más tarde a preparar las bicis para el transporte en los camiones de la organización. Estuvimos curioseando en la tienda que había allí de neoprenos y material triatlético en general. Jesús recuerdo que se compró el casco Spiuk del color de la selección española, creo que era el Nexion, pero no estoy seguro.
Después a esperar para comer, delante Mario Mola y Miguel Ángel Fidalgo, y fue cuando me pregunté ¿y éstos estaban inscritos? Porque no me sonaba haberlos visto en las listas más que nada. Bueno, la comida, la misma que el año pasado: pasta y filetes con patatas. Después de comer a coger las cosas para la prueba para ir a boxes de carrera a dejar las zapatillas... hacinados como los moros de los cayucos nos metimos en la Vito 16 personas, con las coñas de... si cabían 30 chinos en un mini...
Llegamos a boxes y soltamos las zapatillas, compramos agua y subimos al autobús para que nos llevara a la playa del Rihuete en Mazarrón. La ascensión al puerto y el consecuente descenso... los nervios a flor de piel, apenas quedaban dos horas para competir... lejos quedaban aquellos días... el lunes, con la cabeza ya pensando en Fuente Álamo... ahora habría que demostrar lo que habíamos estado gestando desde hacía meses: nuestra preparación como triatletas.
Bajamos del autobús y nos metimos en boxes, algunas bicis tenían las ruedas reventadas por efecto del calor, comenzamos a preparar todo y nos dijeron que teníamos que salir para que comprobaran los boxes. Todo para fuera y una lenta y larga cola, pasó tiempo hasta que por fin comprobaron nuestro material y licencia y pudimos accdeder a los boxes. Los nervios cada vez más a flor de piel. La brisa ligera y húmeda del mar soplaba... Una vez más comprobar el material, sí, está todo. Luego a calentar al mar. Ponerse el neopreno antes de entrar a la playa hubiese sido más que recomendable, pero en fin... son cosas que pasan. Calentamiento en unas frías aguas mediterráneas, olas... las Arena Panavision que no me ajustan y las tengo que cambiar por las Arena Venture... salen las chicas... a cámara de llamadas.
Fueron minutos largos, eternos, en los que podías perderte. Concentrarte y calmarte rodeado de otros 229 tíos no es fácil. Como siempre un par de oraciones de un agnóstico que no sabe si servirán o no, pero pa' por si acaso... Participantes a línea de salida... no hay marcha atrás, poco más de un minuto queda ya...
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