martes, 13 de mayo de 2008

Fuente Álamo ( y IV) El regreso

Por la noche cena, ducha y a la entrega de premios, con dos podiums: Santi y Mika. Como siempre la afición del Tritalavera armándola gorda, si bien luego nos copiaron otras escuadras triatléticas.
La verdad es que este año fue diferente, era distinto que el año pasado, quizás un poco más organizado de lo habitual que quitan a la gala del triatlón de ese aura de improvisación y espontaneidad que tanto nos gusta a algunos. Esta fue parecía más masificado, más calculado todo... más deshumanizado al fin y al cabo.

Tras la entrega fiesta hasta altas horas de la mañana con todos, el Dj se rindió a las 4 de la mañana y nos mandó a que las discotecas hicieran su agosto particular. Cabe destacar el emperchamiento del que fuimos víctimas, por culpa del "sexappeal" de Óscar, que hizo que una GORDA se encoñara con él y diera el coñazo unas dos horas o así. Luego a dormir "calentitos" en el saco de dormir, tumbados sobre la esterilla, pero para esas horas me dolía tanto la espalda que hasta el suelo me pareció placentero.

Por la mañana ardor de estómago y esa sensanción de estar revuelto. De nuevo a jugar al tetris para meter todo lo que había salido de la furgoneta, no sin complicaciones. Luego a la playita, haciendo el recorrido inverso de la carrera por el puerto de Mazarrón. Desayunamos en un chiringuito de playa ciertamente cutre al que dejamos sin pan, mermelada y no sé qué más. Cabe destacar el "desayuno noruego" del Noruego (foto). Luego a la playa. Estuvimos jugando al fútbol, Ricardito se jodió la rodilla porque pegó en la espinilla a Santi... vamos, lo normal. Luego jugamos al volley (sin red) pero bueno, estuvo divertido. Un bañito rápido en las frías aguas del Mediterráneo y a cambiarse para ir a comer al Espigón. Me cambié detrás de la furgo de Noruego y justo en el momento en el que me quito la toalla pa' ponerme los gayumbos pasa el Samer Ali y le hago un calvo (xDDDD).

La comida en el puerto fue una fritanga de pescaito donde Ricardito sacó el depredador que llevaba dentro y se puso hasta el culo. Después del postre la vuelta a Talavera, repostaje en la gasolinera y meo de rigor y me embarqué en un profundo sueño del que me despertaría en las proximidades de Munera. La llegada a Talavera a las 22.30 y desembarco de maletas con la vista puesta en la próxima prueba: Clasificatorio Élite de la Casa de Campo de Madrid.

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