sábado, 2 de enero de 2010

Ser o no ser

Eso decía Hamlet cuando mantenía el cráneo de Yorick en su mano.

Últimamente leo, veo y sé a ciencia cierta, por casos "demasiado" (entiéndase líneas cercanas a la sangre) próximos para lo que a mí me gustaría, que se tiende a desnaturalizar (y falsear) el significado de "ser triatleta".

Para empezar, podríamos decir que un triatleta es el que ha acabado (o al menos ha competido en) un triatlón. Se podría decir. Porque una cosa es entrenar a, y otra hacer o practicar.

Pero no lo confundamos, porque a lo largo de tu vida encontrarás a gente que corra triatlones, pero que no sea triatleta. Es complicado diferenciarlo para alguien de fuera, ajeno a este deporte, pero cualquier persona que lleve ya unos añitos, sabrá a lo que me refiero sin siquiera mencionarlo.

No por ganar eres mejor, sino por reencarnar unos valores: de competición, de entrenamiento, un comportamiento adecuado hacia el rival, el afán de superación, la ilusión por entrenar, valorar la amistad que se genera con el deporte, formar vínculos con tus compañeros de equipo, la humildad, compartir experiencias... todo eso que en el fondo, es lo que significa SER triatleta.

También observo que con una, ya frecuente y asombrosa, asiduidad, se tiene a embestir, acometer y desprestigiar a aquellos que introdujeron en esta ciudad (Talavera) el triatlón. Nuevos "cerebritos" que creen haber encontrado la piedra filosofal de éste deporte, y cuya única motivación es enriquecerse. Su dimensión del deporte se encamina al efecto lucrativo del mismo. Y como diría Trillo: ¡Manda huevos!

Luego nos preguntaremos que porqué coño no somos capital de provincia. Si sólo con la panda de descerebraos' que hay en el deporte ya te puede hacer una idea de cómo puede ser el resto de la población. Éso sí, tranquilo, que los mismos pupilos de esos descerebraos' te dirán que si pueden salir contigo con la bici porque su magnífico y maravilloso (¿)entrenador(?) no sale con ellos. ¡Qué curioso! A ver si es que os habéis confundido vosotros y no nosotros en el concepto de "ser un club".

En fin, en este 2010 tendremos un invitado de lujo, se llama padre TIEMPO, y pondrá a cada uno en su lugar, siendo juez, jurado y testigo inapelable.

Y como decían las malas lenguas: ¡NO DEJES QUE TE ENGAÑEN!

2 comentarios:

julio salas dijo...

Buena entrada amigo, sobre el considerarse triatleta no me quiero pronunciar mucho, entreno para ello y poder este año participar en alguno, de todas formas estoy de acuerdo sobre los valores de este deporte!!=D un saludo

Fernando Alarza dijo...

Deja de decir tonterias.